domingo, 16 de abril de 2017

Demasiados nombres propios

En una temporada que podía haber sido espectacular, es posible que se quede en nada por culpa de esos nombres propios que desgraciadamente han estado por encima del propio equipo.

Empezó Unai Emery que tras ganar tres copas de la UE y haberse ganado a la mayoría de los sevillistas, en una temporada en la que podía demostrar en Champions todo lo que habíamos hecho en la segunda competición europea, se fue por la puerta de atrás, dejándonos tirado por los euros parisinos.

Después fue Monchi, el que en mitad de la pretemporada, con un cambio espectacular de estilo y nombres, dijo que se marchaba. El que parece gritar siempre que es más sevillista que nadie, aludiendo un cansancio que no consigo entender, hizo un amago de marcha, el cual, sólo pudo retener el ahorro de la clausula.
Ahora, tras una temporada en la que se ha hablado más de su futuro que de un equipo que estaba peleando la liga 10 años después, nos deja tirado a falta de 7 jornada para acabar la liga y cuando peor estábamos anímicamente por la eliminación de la Champions ante un equipo inferior y la evaporación del sueño de ganar la liga.

El último ha sido Sampaoli, un tipo extraño que fue capaz de conquistar a una gran parte del sevillismo con su fútbol valiente y su ambición, pero que ha demostrado ser de la misma calaña que algunos otros que nos dejaron tirado a la primera de cambio. Es verdad que está ante su sueño, el entrenar a la Argentina de Messi, pero su actitud en estos últimos tiempos están siendo de lo peor de la temporada. Pero, qué se puede esperar de un entrenador que supuestamente con un contrato firmado (con el Granada), rompió el mismo para venirse al Sevilla.

Y entre todos ellos,  los Biris. No voy a entrar en si tienen razón o parte de ella. Ni tampoco en el tema de los insultos, ni en los actos violentos en los que supuestamente se han visto involucrados miembros de este grupo. Pero sí quiero decir que me han decepcionado. Porque siempre he escuchado decir a los Biris que lo único importante es el Sevilla FC, que por él mueren y sin embargo, han demostrado que eso no es así, que lo único importante, ni siquiera lo más importante, no es el Sevilla FC. Porque han visto como el equipo los necesitaba, no digo en todo un partido, pero sí en momentos puntuales y no han hecho nada por ayudarle. Yo no dejaría tirado a mi mejor amigo, a mi hermano por una razón de orgullo. Estaría enfadado con él, pero si lo viera desangrarse, iría en su ayuda.

En definitiva, una temporada llena de egos, de mirar cada uno para nuestros intereses, en vez de mirar todos en la misma dirección.

No obstante, aun en estas circunstancias, seguimos con opciones del tercer puesto (cada vez más complicado). ¿qué hubiera pasado si estas historias no hubieran pasado?. No lo sé. Pero sé que todos hubiéramos disfrutado más del fútbol y de nuestro equipo.