jueves, 3 de febrero de 2011

Se terminó la Copa del Robo

Y se terminó como empezó, con un robo. 0-0 en el marcador, pase magistral de Zokora a Negredo y ejecución magistral del madrileño: 0-1 y la eliminatoria empatada, a partir de ahora el que marque más goles ganará el pase a la final. ¿Alguien puede saber qué hubiera pasado?. Nadie. El Madrid hubiera tenido que arriesgar y no jugar a lo que le gusta, al contraataque. El Sevilla no hubiera tenido que arriesgar para pasar la eliminatoria y no le hubieran cogido a la contra. Eso hubiera sido así hasta que alguien hubiera marcado.
Pero no, ése no era el guión. Ya lo dije varias veces tras el partido a la gente con lo que hablé, para ganar en Madrid tendríamos que marcar varios goles, porque con uno sólo no valdría, nos no anularían.
Así que, aunque el gol es perfectamente legal, el linier (otra vez un maldito linier), levantó el banderín y dejó las cosas en su sitio.
Lo que pasa a partir de ahí ya no me interesa, porque es ficticio, no tendría que haber pasado.
El R. Madrid se metió atrás y siguió jugando a la contra y creó peligro, mucho peligro. A medida que fueron pasando los minutos, con penalti incluido a Kanouté que volvieron a escamotearnos, el Sevilla arriesgó algo más y el Madrid a la contra sentenció el partido.
Esto es lo que hay. Había demasiado dinero en juego para que el Sevilla FC osara quitarles a las distintas mafias del fútbol español su soñada final.
Me queda como consuelo haber sido un digno finalista. Y me quedo, por supuesto, con haber jugado una nueva semifinal de copa.
Yo creí que ésta iba a ser la Copa de Romaric, pero pasará a la historia como la Copa del Robo.
Ahora sólo pido que el Madrid haga el mayor ridículo de la historia de esta competición en la final y sea vapuleado por el Barcelona.

No hay comentarios: