viernes, 20 de enero de 2012

Las tonterías de Pepe Mel

De cobarde y oportunista han sido las declaraciones de Pepe Mel acerca de las declaraciones que hizo Marcelino a principio de verano.

No soy partidario de Marcelino, pero ahí fue sincero y valiente. Dijo que el Betis no era un rival directo del Sevilla  y es que no lo era. El Sevilla tenía el objetivo de clasificarse para Champions y llegar lo más lejos posible en Europa y la Copa del Rey. El Betis, por el contrario, tenía como objetivo la permanencia.
Y Marcelino fue sincero y valiente y lo dijo, cuando otros hubieran callado.

Y Mel calla de forma cobarde y ahora de forma oportunista, porque el Betis está sólo a 3 puntos del Sevilla, declara que Marcelino se metió en un charco muy grande con esas declaraciones, del que sólo puede salir ganando con holgura.

Pero qué dices muchacho. Mira si eres cobarde que empiezas a manifestar que no tiene mérito ganar en el Villamarín, que hay que golear.

A ver, a falta de jugarse el último partido de la primera vuelta (aunque sea realmente el primero), la diferencia es sólo de 3 puntos, pese a la gran diferencia que hay de plantilla entre ambos equipos. Eso significa que si el Betis ganara, quedaríamos empatados a puntos en la primera vuelta y entonces, sería evidente que el Sevilla y el Betis están jugando la misma liga. Las declaraciones de Marcelino estaban bien hechas, pero el Sevilla habrá estado muy por debajo de sus posibilidades y el Betis por encima.
Si hay empate, acabaremos 3 puntos por encima, que no reflejan la verdadera diferencia entre ambos, porque extrapolando resultados al final de liga, nos separarían sólo 6 puntos, que son realmente muy pocos.
Y si ganamos, ya la diferencia a final de liga, extrapolando resultados, sería de 12 puntos. Pocos aún, pero suficientes para estar en otra liga.

Pero es mentira que haya que ganar con holgura para demostrar que estás en otra liga. Ni siquiera ganar lo demuestra. ¿Acaso si el Sevilla le mete 4-0 al Valencia, implicaría que estamos en una liga superior? Para nada. El resultado de un partido no implica nada. En un partido puede pasar cualquier cosa.

La temporada es la que pone a cada uno en su lugar. Cuando acabe el partido hablamos.

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