Había que ganar y se ganó. Era lo verdaderamente importante y hoy, no debería hablarse de otra cosa que no fuera que estamos de nuevo terceros y que tenemos al Real Madrid a sólo cuatro puntos.
El partido tuvo varias fases. Un comienzo arrollador del Sporting, que duró unos minutos, lo justo para que la magia sevillista nos pusiera por delante en una jugada de las que hacen afición.
A partir de ahí, el Sevilla se hizo dueño del partido y podía haberse ido al descanso con un par de goles como mínimo de ventaja.
No lo hizo, de nuevo por la falta de puntería y ya la segunda fue distinta.
Alguna ocasión de gol y bastante fatiguitas al final, si bien, fue más por la presión del público y el miedo a perder dos puntos que por peligro real, porque el Sporting, realmente, no inquietó mucho a Palop.
Ya sólo queda un partido para irnos de vacaciones navideñas con el tercer puesto, ése que creo es nuestra mayor aspiración y para el que somos también el máximo candidato a lograrlo.
En el punto negativo, la lesión una vez más de Adriano. Desde luego que es tan buen jugador como débil. Todos los años tiene varias lesiones musculares que le hacen perderse muchos partidos, lo cual es una pérdida importante para nosotros, pues es un jugador básico.
No sé por qué ocurre, pero no me creo que no haya forma de evitarlas o al menos, minimizarlas. No me lo creo.
Aunque la verdad es que no tengo mucha confianza en el cuerpo médico. Muchísimas lesiones, muchas lesiones que se alargan más de lo normal. No sé, o hay mucha mala suerte o en el apartado médico no estamos tan profesionalizado como parece.
Esperemos que esta vez me equivoque y después de las vacaciones vuelva a ser de la partida.
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