El maravilloso 4-4-2

Venía escuchando Libre y Directo y seguían erre que erre con el sistema. Que si un 4-4-2, que si el trivote, que si cuentos chinos. En este programa consideran el 4-4-2 como la panacea del fútbol y defiende a los cuatro vientos que el Sevilla FC tiene que jugar así, sí o sí, cada partido. A mí, este sistema es que nunca me ha gustado. Me remontaré a mis inicios en el Sánchez-Pizjuán. Todo aquel que ronde los 38 ó 40 tendrá en mente una alineación que nos sabíamos todos de memoria (era cuando había un equipo titular que jugaba siempre salvo lesión o sanción) que la formaba Buyo; Nimo, Rivas, Álvarez, San José; Francisco, Pintinho, Juan Carlos; López, Magdaleno, Santi; Eran tiempos en los que el 2, era el lateral derecho, el 3, el izquierdo, el 4 y el 5 los centrales (uno de ellos líbero), el centro del campo lo formaban el 6, 8 y 10, el 7 era el extremo derecho, el 9 el delantero centro y el 11 el extremo izquierda y era así en casi todos los equipos. En aquel entonces jugábamos con un 4-3-3 y empezamos a jugar algunas veces con un 4-4-2, sacrificando un delantero, normalmente a Santi, para darle entrada a Ruda, que jugaba entonces con el 11, pero que se situaba en el centro del campo. Al final se impuso este sistema, empezó todo el mundo a jugar con 2 delanteros, que dejaron de ser extremos o delanteros centros para convertirse en "puntas". Sin embargo, yo soy de los que piensa que los sistemas deben adaptarse a las plantillas y no al revés. Osea, que un entrenador debe utilizar varios sistemas, dependiendo del equipo que salga y no al revés. El Sevilla tiene actualmente a tres jugadores puros de banda, a tres extremos de los antes, Navas, un 7 en toda regla y Capel y Perotti, dos 11 en toda regla, especialmente el primero. Tiene además a 2 delanteros centros natos y un tercero que puede jugar como tal, Luís Fabiano, Negredo y Kanouté. Entonces, por qué nos empeñamos en jugar con un 4-4-2, donde dos de los cuatro medios, son extremos puros, lo que antes llamábamos delanteros. Por qué no volvemos al 4-3-3, con Palop; Adriano, Schilacci, Escudé, Fernando Navarro; Zokora, Romaric, Renato; Navas, Luís Fabiano, Perotti;, con todas las alternativa posibles según los jugadores que tengamos disponibles, alternando con el 4-4-2 o el 4-2-3-1 cuando los jugadores disponibles, así lo recomienden. Es verdad que el fútbol ha cambiado en estos años, pero creo que con un sistema como el que digo, podría este Sevilla, funcionar mejor. Y si nos vamos al año 90, más o menos. En esa temporada, la alineación era Unzué; Prieto, Diego, Martagón; Rafa Paz, Marcos, Soler; Moya, Simeone; Suker y Monchu; es decir, tres defensas centrales, dos carrileros, un pivote y dos centrocampistas y dos delantero.s Acaso no podríamos jugar así, algunas veces. Por ejemplo con Palop, Schilacci, Escudé y Dragotinovic como centrales, Konkó carrilero derecho y Adriano carrilero izquierdo. Zokora por delante de la defensa, Renato y Romaric en el centro y como delanteros. No sé, son muchas alternativas, para dar descanso a algunos jugadores, para que los contrarios no nos tengan cogida la medida, etc. Son propuestas de aficionado, no de entranador. Seguro que hay muchas más. Al final sólo hay una cosa importante, ganar. Y si es jugando bien, mejor. Y jugar bien no simpre significa jugar bonito. Significa jugar con la máxima intensidad, que se ganen todos los choques, que se esté perfectamente colocados para que casi siempre los rebotes nos favorezcan, que no haya fisuras, que el equipo sea compacto y que cuando se tenga la pelota, no se dé un voleón. Y ganar, ganar y ganar. Mañana al Sporting. Un Sporting que parece que tiene un caníbal en su equipo, pues dice Preciado que su lateral izquierdo se comerá a Navas. Pues será a bocados, si es que lo pilla. Desde luego, nadie escarmienta por cabeza ajena. Porque para comer, tenemos el ejemplo de comernos el león de la cabeza al rabo.