Noche de Reyes Mágica

Como hemos sido todos muy buenos este año, pues los Reyes Magos nos tenían guardada una sorpresa que casi nadie esperaba pero que todos necesitábamos. Yo temía mucho a este partido pues llegábamos en una clara crisis de resultados y cargadísimos de bajas y teníamos que enfrentarnos al Súper Barcelona, el de los 6 títulos. Y además temía que fuera el principio de la hecatombe, pues el equipo estaba tocado y podía ser la puntilla. Pero el equipo jugó como Manolo Jiménez quiere y cuando lo hace así y no se cometen errores, somos un equipo difícil de batir. La base del fútbol del Sevilla de Jiménez es plantarse, de forma que el equipo rival se quede sin opciones de hacer su fútbol, no dejar ni un hueco, aburrir al contrario que no consigue enlazar jugadas de gol y ganar el partido gracias a la genialidad de la gente de arriba. Es fútbol de manual, el suyo y si no se cometen errores tanto delante como detrás, el equipo suele ganar. Y eso se hizo. Y por eso hemos ganado. El resultado es buenísimo para la vuelta, pero no olvidemos que jugaremos contra un grandísimo equipo y que seguimos fuertemente mermados por las bajas. Es importante que el Sánchez-Pizjuán sea una caldera el miércoles. Es importante que le demostremos a los culés que este año no van a poder ganar todos los títulos. Pero antes, está el partido del Racing, de vital importancia para el objetivo de la liga. Demasiados partidos seguidos y poco fondo de armario. Los que estén bien, tendrán que apretar los dientes y nosotros llevarlos en volandas.