Está claro que alguna vez teníamos que perder, que ocho jornadas consecutivas sin caer son muchas para el Sevilla FC, pero no espera que fuera en ésta, ante un rival que he escuchado, aunque no sé si será verdad, que llevaba 25 jornadas sin vencer fuera y 20 sin marcar.
Pero lo que está claro es que hoy se ha perdido por tres razones, aunque son mis razones y no tienen que coincidir con las de otros:
La primera porque hemos tenido mala suerte con el gol, tanto por las clarísimas ocasiones falladas como por el hecho de que en dos ocasiones nos hayan heho un gol.
La segunda porque el entrenador ha planteado mal el partido y porque no ha sabido hacer los cambios. Y ha planteado mal el partido porque debería saber que el Getafe se iba a encerrar atrás con toda su alma y que actualmente, la mejor arma que tenemos para partidos de este tipo es la movilidad de Perotti. Si el argentino hubiera costado 12 millones de euros, sería titular con seguridad, porque está siendo de los mejores. Y en vez de eso pone como titular a Maresca que el centrocampista que más ralentiza el fútbol del Sevilla FC y a Romaric en la izquierda. Que sí, que ese planteamiento ha funcionado en varios partidos atrás, pero parte de exito ha sido por la polivalencia de Perotti que intercambiaba con él su puesto y volvía loco a los defensas.
Y también se equivocó por tardar tanto en recomponer el equipo. Desde el minuto 20 todo el mundo estaba pensando que teníamos que quitar a uno de los tres medios y sacar a un extremo (mi cambio era Maresca o Renato por Perotti), pero también había quien pensaba en Capel. También se equivocó quitando a Navas para sacar a Capel, porque Navas estaba desafortunado en los centros pero estaba llegando muchas veces, sobre todo desde la salida de Perotti que abrió el campo. Con la salida del almeriense se acabó el fútbol por la izquierda. Y también tardó mucho en sacar a Koné, pues Luís Fabiano llevaba mucho rato pidiendo el cambio.
Y por último, porque el equipo, o al menos, algunos jugadores no han puesto lo que hay poner para ganar el partido. Y quizás el más desafortunado ha sido Luís Fabiano, no sólo porque haya fallado ocasiones claras, sino porque además, ha faltado el respeto a la grada, encarándose con nosotros porque se le recriminaba el pasotismo que estaba teniendo.
Yo soy de los que piensa que el cliente no siempre tiene la razón y que la afición no es soberana. El hecho de sacarte una entrada o pagar un carné no te da derecho, a mí entender, a insultar a jugadores, árbitros y demás. Pero en este caso no hubo insultos y sí recriminación por el pasotismo que tenía y por tanto no se le puede consentir que se encarara con la grada.
Pero claro, ése es Luís Fabiano, capaz de lo mejor y de lo peor, en el campo y fuera de él.
El caso es que tenemos al Valencia a 8 puntos y jugamos la semana que viene en Mestalla, por lo que el partido del domingo que viene vuelve a ser vital. De haber ido a la capital del Turia con 11 puntos de ventaja, la situación hubiera sido distinta, pero con 8 puntos y jugando el siguiente partido contra el Barcelona, aún más.
Pues nada, que no pase como esta semana, vamos a pensar en el partido desde ya.
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