Partiendo de la base que los derbis han dejado de ser lo que eran, al menos para mí, tras tantos momentos inolvidables vividos en los últimos meses.
Hace poco un derbi lo era casi todo para mí, supongo que como es ahora para los béticos. Pero ya no, y lo he comprobado en los últimos jugados. Supongo que también la diferencia entre ambos equipos tanto en clasificación como en plantilla como en fútbol, me hacía sentirlo así.
Sin embargo en éste estoy algo distinto.
No sé exactamente por qué. Supongo que será en parte por la mejora del equipo bético, que hace el partido más competido.
Puede que también por el trato tan injusto que nos han proporcionado a ambos equipos desde los medios locales, descalificando todo lo bueno que hacíamos y relativizando todo lo malo que hacían ellos.
Pero sobre todo creo que es por lo que creciditos que andan últimamente y más con la llegada de Oliveira.
Por eso hoy quiero ganarles con solvencia. Quiero ganarles de la forma que merecemos, es decir, quedando patente toda la diferencia que existe hoy tanto en posición en tabla, como en plantilla, como en estructuras, como en todo. Por eso quiero que le ganemos con solvencia. Quiero que lo avasallemos, que lo goleemos, que ni siquiera los más acérrimos aficionados, esos que rozan en algunos casos la subnormalidad, sean capaces de mantener que no hay tanta diferencia entre ambos equipos.
Eso es lo que deseo. Me da igual quien juegue, aunque claro, tengo mis preferencias. Lo que quiero es que el equipo se deje la piel en el campo y esté acertado. Si se dan esas dos premisas, los tres puntos se quedarán en el Ramón Sánchez Pizjuán.
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