Ni el mal estado del terreno, ni los lesionados, ni la lluvia, ni un rival en racha, ni un entrenador de la casa en contra, ni quisiera la mala suerte, pudo con nuestro equipo esta noche. Cuando el Sevilla FC pone la casta y el coraje y lo mezcla con el arte y filigrana, este equipo es imparable. Eso es lo que me gustba del Sevilla de hace dos años, el pensar que en cualquier momento podía marcar porque hasta el final no dejaba de atacar.
Hoy lo ha hecho así. Ha luchado, ha atacado, ha jugado al fútbol, cuando había agua por arriba y cuando se secó el campo por abajo.
Mucho trabajo, mucho desgaste, pero hemos ganado el partido y de momento, estamos por encima en el marcador.
Ahora un mes por delante para recuperar lesionados, asentarnos en los puestos champions y preparar la vuelta que va a ser una verdadera batalla.
Pero para eso queda mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario