En esta Sevilla nuestra, creo que incluso en España en general (desconozco si en otros países ocurre lo mismo) somos muy dados a pasar del negro al blanco, del 0 al 100, de la nada al todo en un momento.
No nos volvamos locos. Ni el Sevilla FC del día del Valencia iba a bajar a Segunda División ni el del sábado contra el Zaragoza va a ganar la liga.
LLevamos sólo dos partidos, de muchísimos que espero juguemos y ya hemos pasado de la nada al todo en un solo partido. ¿Qué pasará entonces si perdemos en Pamplona o no somos capaces mañana de ganar o incluso golear al Unirea?.
Vamos a tranquilizarnos. Cuando la liga vaya avanzando veremos si la imagen ofrecida por el Sevilla el sábado es la real. Ojalá sea ésa, porque el sábado disfruté como hacía muchos partidos que no lo hacía.
Y lo hice porque vi un equipo que tenía hambre de gol, hambre de triunfos. Ése es el equipo que quiero ver. Éste es el equipo que me hace vibrar, que me hace disfrutar. Luego los resultados pueden venir o no, pero ése es el camino.
Pero no tiremos las campanas al vuelo. El viernes no había motivos para echar al entrenador y hoy no hay motivos para pensar que Madrid y Barcelona están empezando a temblar.
Paso a paso, partido a partido. No nos olvidemos de las enseñanzas que han ido dejando todos y cada uno de los jugadores y entrenadores que han pasado por aquí en estos 6 ó 7 años de éxitos. Partido a partido decía Caparrós, y así debemos de ir.
Y el partido que viene es de Champions pero ante un rival, que por muy campeón que sea de Rumanía, no tendrá más nivel que el Zaragoza que nos visitó el sábado y es momento de ir rotando.
Rotaciones, Monchi cree que se deben hacer rotaciones. Las rotaciones fueron una de las claves del éxito en aquella temporada de lo tres títulos. A mí, personalmente, me gustan las rotaciones. Me gusta que si hay dos jugadores por puesto, que jueguen los dos. Evidentemente jugará más y en los partidos más importantes el mejor, pero tendrá que ganárselo.
Y sí, tenemos dos jugadores por puesto, como mínimo dos.
Así que, preparemos el partido del Unirea con rotaciones y sin pensar que ya estamos en octavos.
Tranquilidad, que esto no ha hecho más que empezar (y lo dice uno que lleva recreándose en los recuerdos del partido desde el mismo sábado).
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