Y es lo que parece que pensaban los jugadores del Sevilla antes del partido contra el Urinea. Y eso que aquí nos plantó algo de cara y son segundos de grupo.
El caso es que nos bastaba un empate para ser campeones de grupo, pero, independientemente de las bajas y de la importancia del partido del sábado, el Sevilla tiene, no sólo que ganar, sino que dar mejor imagen de la que dió ayer en Rumanía si queremos, de verdad, ser importantes en Europa.
Es increíble lo poco que necesitan algunos equipos para llevarse un partido. Media ocasión de gol y aguantar encerrados atrás les basta para ganarle al Sevilla FC. Pero eso tiene varias lecturas y una de ellas es que fue muy fácil ganarnos y que cualquiera puede hacerlo.
Yo tengo un problema y es que me gusta que mi equipo juegue bien siempre y que gane todos los partidos.
Y ayer, ni jugó bien ni ganó y por eso estoy enfadado. Y digo que no jugó bien, porque salvo el arrebato de última hora y dos jugadas puntuales en la primera parte, el partido del Sevilla fue bastante malo.
De cualquier forma, deportivamente no nos afecta prácticamente, por lo que habrá que pensar ya en ganarle al Málaga el sábado. Un Málaga al que se le da muy bien nuestro estadio, pero que siendo el colista, y con lo que nos jugamos ese fin de semana, debe salir derrotado sí o sí.
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