La razón se pierde por las formas

Todo el que me conoce sabe que soy un seguidor, es más, un admirador de Jesús Alvarado. Cada día, lo primero que hago en internet es leer su blog. Para mí, no hay una noticia del Sevilla FC que considere real hasta que no es expuesta en su blog. Estoy de acuerdo con él en muchas cosas, pero dejo de estarlo cuando se pierde en las formas. Acabo de leer este post, y no puedo dejar pasar ciertas cosas. En este mundo, cada uno de nosotros tiene una opinión y de las pocas cosas buenas que tiene nuestra sociedad actual es que defiende que deben respetarse todas las opiniones, sean o no distintas a la tuyas. Yo creo en la diversidad de opinión, creo que ésta, enriquece. Por mucho que yo piense que alguien está totalmente equivocado, su opinión siempre me va a enriquecer. Desde luego, si no estoy de acuerdo con alguien, defiendo mi postura y no me dejo convencer, pero siempre respeto la opinión de otro. Pero para que dos personas puedan defender sus distintas posturas, hace falta que exista lo más importante, el respeto. Si alguien falta al respeto al otro, se acaba. Si todo el que tiene una opinión distinta a la tuya es un "carapapa" o dice "burradas", entonces estás faltando al respeto a esas personas y desde ese momento, al menos para mí, dejas de tener razón. En este blog no se verán nunca insultos. Por ese motivo tengo un filtro en los comentarios. Todo el mundo puede dar su opinión, que seguramente será distinta a la mía, y la aceptaré, pero no acepto insultos. Los insultos además, generan violencia. Y yo, estoy en contra totalmente de la violencia. La razón se demuestra con argumentos. Cuando necesitas menospreciar al contrario, quizás sea porque tus argumentos no son lo suficientemente fuertes. Efectivamente, el Sevilla está haciendo una primera parte de la temporada (en todas las competiciones) impresionante. Pero eso no quita, que puntualmente sea criticable su juego o haya que exigir más. Habrá personas que estén contento con el global y otros que evalúen partido a partido. Habrá para los que lo único importante sea la victoria y otros que prefieran ver espectáculo. Habrá miles de opiniones, más o menos acertadas, pero todas respetables, salvo el que insulta, el que, aunque no lo crea, pierde la razón y hasta los papeles, cuando para defender su opinión, tiene que recurrir al insulto y al menosprecio de todo el que no piensa como él.