Dependemos de nosotros mismos

Antes del partido del Barcelona, aunque no en este blog pues no he tenido tiempo para escribir, decía que mis deseos para el último partido de liga eran: llegar clasificados automáticamente para Champions o como mínimo llegar dependiendo de nosotros mismos. Parecía una utopía ambas cosas, porque teníamos que jugar contra el Barcelona, el cual se jugaba la liga y el Mallorca jugaba en Coruña, contra un Dépor que no ganaba desde hacía muchas jornadas y que no se jugaba nada. Se consiguió lo segundo. El Deportivo, increiblemente, ganó al Mallorca y nosotros, aún perdiendo conseguimos llegar dependiendo de nosotros mismos y si hubiéramos, siquiera, empatado, hubiéramos obtenido la clasificación casi matemática, pues nos hubiera servido el empate independientemente del resultado de Sant Moix. Pero vamos a lo que tenemos, que es que para el partido de Almeria, nos vale ganar o que el Mallorca no gane. Dándose uno de los dos nos es suficiente para por segundo consecutivo y cuarto en nuestra en historia, jugar la máxima competición europea por equipos, la Champions. Lo malo, que a ese último partido, sólo unos días antes de nuestra final de copa ante el Atleti, estaremos jugándonos la temporada, mientras que el rival, se estará preparando para la final, pues en liga hace mucho tiempo que dejaron de jugar a algo. Y referente al partido, pues una gran decepción en la primera parte, donde el Barcelona nos dio un soberano baño, con un resultado escandaloso, sí, pero no más del que nos hubiera podido meter el día que jugamos la vuelta de la copa, todo arropaditos atrás, con lo cual queda en evidencia que así, como hemos jugado hoy no se le puede jugar al Barcelona, pero que cuando lo hacíamos como quería Jiménez, tampoco lo hacíamos bien, porque nos hacían las mismas ocasiones que nos han hecho en este partido, y yo, personalmente, si me van a hacer tantas ocasiones, al menos que sea porque quiero jugar al fútbol y no habiendo salido a defender. En cualquier caso, quedan dos partidos para finalizar la temporada. El primero, el fin de semana que viene en Almería, donde una victoria nos proporcionaría ser cuartos en liga, lo que supone clasificarse para la Champions, aunque sea jugando una eliminatoria previa, que no será fácil, precisamente. En caso de no ganar, es decir, empatando o perdiendo, necesitaríamos que el Mallorca tampoco lo hiciese en su casa ante el Español. Y el miércoles 19 de mayo, nos jugamos un nuevo título ante el Atc. de Madrid, en Barcelona. Dos finales, dos finales en 10 días y un equipo lastrado por las lesiones pero con Kanouté y Luís Fabiano, probablemente en el mejor momento de la temporada. Esperemos que nos se lesionen y llegen bien a la final, pues tendremos mucho ganado.