Mañana vuelve el fútbol al Sánchez Pizjuán. Mañana el Sevilla FC se juega más de tres puntos. Mañana, además, el rival que nos visita ha hecho más puntos que nosotros en los partidos que llevamos y sólo ha recibido un gol. Mañana muchos sevillistas irán con las garras afiladas, casi deseando que el equipo no carbure para empezar a gritar en contra del entrenador.
Yo no puedo con esto. A mí no me sale. A mí no me gusta Jiménez. Como jugador nunca fue de mis favoritos, pero bueno. Pero como entrenador no me gustaba. Es un entranador que consigue resultados, sólo basta con mirar lo que hizo con el Sevilla Atc. Y también consiguió buenos números el año pasado. Pero a mí no me gusta su concepción del fútbol. Pero es el entrenador de mi equipo y no gano nada pitándole. A ver si nos enteramos de una vez. Desde que pita el árbitro el comienzo del partido y hasta que éste termina, sólo se puede hacer una cosa: Animar sin parar. Todo lo que no sea eso es tirar piedras contra nuestro tejado. No lo entiendo ni lo entenderé jamás.
Así que yo mañana, animaré. Animaré con todas mis fuerzas y si el equipo sigue sin funcionar y si Manolo Jiménez sigue sin acertar, pasado mañana volveré a criticarlo aquí y donde pueda. Pero durante el partido, animaré sin parar.
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