Bueno, pues una vez finalizada la temporada para nosotros (por más que quede un partido de mero trámite) me gustaría hacer un balance de la temporada.
Al realizar el balance, no podemos utilizar la vara de medir del Sevilla FC que ganó cinco títulos en 15 meses, porque eso no se repetirá. Pero no por nada, simplemente porque no creo que ni Madrid ni Barcelona sean capaces de conseguirlo.
El Sevilla FC ha jugado en tres competiciones esta temporada. El objetivo, al menos públicamente, era el llegar lo más lejos posible en UEFA y Copa del Rey y quedar entre los cuatro primeros en la Liga.
Para ello se confeccionó una plantilla en la que destacaron las bajas de tres jugadores básicos de la temporada anterior (y de algunas más), Alves, Poulsen y Keita, viniendo por ellos Konko, Romaric y Duscher. Además de éstos, se reforzó la delantera con el mediapunta Acosta y la defensa con el central Schilacci y el lateral izquierdo Fernando Navarro.
Si empezamos por los fichajes, precisamente estos últimos (Acosta y los dos defensas) creo que han sido acertados, si bien, Acosta aún no ha podido desmostrar nada por culpa de las lesiones.
El problema ha venido con los fichajes que han venido a sustituir a pesos específicos de la plantilla que se marcharon, y que, a mí entender, han devaluado la plantilla.
Es evidente que sustituir a Alves era más que complicado, pero, aunque no ha explotado por las lesiones, Konko no me ha gustado, no ya como sustituto de Alves, sino como lateral derecho.
Los dos mediocentros fichados, Duscher y Romaric son jugadores inferiores a Poulsen y Keita y por ambos recibimos suficiente dinero como para fichar mejor.
De Duscher ya sabemos lo que podemos esperar, trabajo,entrega y muchas tarjetas (y aún así el equipo notaba su baja) pero de Romaric espero este año mucho más. A la calidad que atesora en su pierna izquierda, espero que le sume velocidad y entrega. Si no, no tiene sitio en este Sevilla de Champions.
Con respecto a los objetivos, el equipo ha cumplido. Sólo en la Uefa se cayó antes de lo esperado, y se debe considerar un fracaso, porque el dos veces campeón de la competición no puede caer en la fase de grupos, en la cual, de cinco pasan tres y los rivales no eran ninguno de campanillas (ninguno ha pasado de cuartos, creo). Sí que es verdad que esos partidos se jugaron en el peor momento de las lesiones y nuestra competición principal era la liga, pero aún así deberíamos haber pasado a la siguinte eliminatoria.
En la Copa del Rey se llegó a semifinales y eso es un éxito, pues quitando los últimos años en los que hemos jugado 3 (con ésta), hemos tenido sequía de 25 años con anterioridad. Lo que no nos gustó fue la forma de perder en Bilbao, ante un equipo muy motivado, sí, pero que carecía de la calidad suficiente para eliminarnos en una semifinal. Fue un palo para todos que gracias a Dios no nos influyó para la liga.
En la liga, hemos cubierto más que de sobra el objetivo, quedando terceros y asegurándonos jugar en la liguilla de la Champions la temporada que viene (además se jugará como cabeza de serie).
En definitiva, la temporada debe calificarse como notable, pese a que el juego del equipo nos ha transmitido más inseguridad que años atrás.
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