Yo soy de los que piensan que no hay dos partidos iguales. Da igual que jueguen los mismos jugadores, que los entrenadores sean los mismos y que hagan el mismo planteamiento. En cuanto el balón comienza a rodar, puede pasar cualquier cosa y dos partidos con los mismos protagonistas pueden ser totalmente antagónicos.
Así que si con los mismos ingredientes, dos partidos pueden ser diametralmente opuestos, poco deberían tener en común el partido de semifinales en Bilbao con el que hoy vamos a disputar en Pamplona.
Sin embargo, a todos los sevillistas se nos ha venido a la cabeza ese partido en la previa de éste.
Por qué, pues supongo que porque como en ese partido, estamos a un sólo esfuerzo de lograr nuestro objetivo (quedar entre los cuatro primeros), que en aquel momento era jugar la final de la copa. Y supongo porque nos encontraremos con un ambiente tan infernal como aquél (o eso dicen pero yo no estoy tan seguro) o también porque nos enfrentamos a un equipo con poca calidad en las botas de sus jugado es pero muy correoso y motivado.
No me creo lo del ambiente. La gente se motiva mucho más fácil cuando son felices que cuando están mal. En Bilbao nos estábamos jugando una semifinal y la gente se motivó para ganarla, pero tampoco tenían mucho que perder. Llegar a semifinales era para ellos ya un éxito y caer ante un equipo como el Sevilla FC les quitaba presión.
Sin embargo, los rojillos están en un mal momento (el partido que hicieron contra el Getafe fue de vergüenza) y la gente no estará con ellos como lo estuvo la afición de Bilbao con los suyos, por eso mismo.
Además, está la presión que tienen estos jugadores y el no disponer de un jugador franquicia como sí tenía el Athletic con LLorente.
La conclusión para mí es que, por mucho que desde Pamplona (y desde los medios sevillanos, deseosos de ver caer al Sevilla) hayan querido invocar al espirítu vasco de aquel partido para preocupar al Sevilla, yo creo que se verá un partido totalmente distinto. Y si además, se da uno parecido, el Sevilla, según Manolo Jiménez, aprendió mucho de esa noche y no caerá dos veces en la misma piedra.
Significa eso que no podemos perder. Claro que no. Cuando dos equipos saltan al terreno de juego y empieza el partido se pueden dar los tres resultados posibles. Pero creo que no nos deben de ganar porque debemos, como mínimo empatar a motivación y ganas y la calidad se debe implantar.
Confio en que hoy consigamos el objetivo. Pero tranquilidad, si no se consigue no podemos venirnos abajo, gracias a Dios, nosotros somos los únicos que disponemos de tres balas para conseguir acertar en una sola diana.
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