Antes teníamos la sensación de ser un tsunami. Ahora, una apisonadora. Los rivales no tienen ninguna opción. El Sevilla FC se planta en el campo, se hace con el balón y te marca. A partir de ahí ya no tienes opción, porque batir a Palop es misión imposible.
Impresionante la trayectoria tanto en liga como en Europa. Y el rival no era moco de pavo, que hace dos años ganó la Bundesliga. Pero, aunque parezca fácil, por la facilidad con que lo hacemos, no lo es. La victoria es fruto de un gran trabajo técnico defensivo que se traduce en una seguridad defensiva insultante y en la calidad de medio campo hacia delante, que hasta sin delanteros, es capaz de marcar dos goles a todo un equipo alemán.
Es otro fútbol este que hace el Sevilla, pero no estoy de acuerdo con Escudé, que dice que le recuerda al R. Madrid que ganó la liga jugando mal. Yo creo que somos infinatamente superiores a ese Madrid y que si contásemos con la ayuda extra que tiene este equipo, la liga no sería una quimera.
Y en tres días, el Málaga.
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