4-0 es una victoria contundente aunque se trate de un "segunda B". Si no, que le pregunten al Real Madrid y al Villarreal que cayeron eliminados en esta eliminatoria de cuartos o al Barcelona que le pasó mal ayer contra el Benidorm.
Hasta el gol, los nervios tenían atenazados a los jugadores sevillistas que se parecían a los de los últimos partidos.
A partir del primero de los cuatro goles, el Sevilla FC se dió cuenta de su superioridad y simplemente, machacó al rival.
Cierto que es que con el 2-0 y justo la jugada antes del tercer gol, hubo un gol de los leoneses que no subió al marcador, pero el fútbol es así y de cualquier modo, hubieran caído. O al menos eso creo yo.
En fin, se pasó la eliminatoria, dos victorias seguidas, dos partidos con la portería a cero, estamos recuperando efectivos físicamente y psíquicamente, porque a Luís Fabiano le hacía falta el gol, y han llegado tres juntos.
Parece que la tempestad está pasando y cuando pase nos daremos cuenta que pese a su crudeza, apenas nos ha hecho daño clasificatoriamente hablando, por lo que habremos demostrado nuestra fortaleza.
Ahora, a por el Getafe, último partido antes de "Los Alpes".
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