domingo, 23 de noviembre de 2008

La victoria no hubiera sido injusta

No estoy de acuerdo con los que piensan que el Sevilla FC no ha hecho hoy méritos para ganar el partido.
Es lo que me da coraje del fútbol. Si sólo la pelota final de Maresca hubiera entrado, la mayoría de los periodistas de esta ciudad hubieran tenido que tirar sus crónicas (partido espeso, resultado lógico de empate, etc.) por otras encumbrando al Sevilla FC.
Para mí, las cosas no cambian porque la pelota pase unos centímetros a un lado o a otro del poste.
No me gustó la primera parte del Sevilla FC, al menos la mitad de la primera parte. Luego hemos ido creciendo y hemos sido lo suficientemente superiores para que el resultado de empate se hubiera desnivelado a nuestra favor. No digo que el empate no haya sido justo, sino que hubiera sido más justo, para mí, la victoria.
El fútbol ha sido el mismo que el de otros partidos, pero parece que se le ha metido más intensidad, además de que enfrente, no nos olvidemos, estaba el Valencia, equipo empatado a puntos con nosotros.
Lo peor hoy para mí ha sido el árbitro (desastroso, queriendo ser el protagonista, parando el juego continuamente y sacando tarjetas amarillas a los blancos con tanta facilidad como trabajo le costaba sacársela a los negros) y la tardanza, una vez más, en los cambios.
El primero lo hizo bien, estábamos viendo que no teníamos el balón y acertó. Pero el de Capel llegó muy tarde, porque Adriano hacía muchos minutos que no podía más. Si Capel no está para jugar 25 minutos, que se lleve a otro o que saque a De Mul. Pero no nos podemos llevar tantos minutos con un jugador menos en el campo.
Y por supuesto, el cambio de Renato por Romaric también fue demasiado tarde y tampoco me convence la explicación. No me creo que fuera por ver si Luís Fabiano no llegaba al final, sino porque esperaba por si marcábamos, quitar un delantero y jugar como a él le gusta.
No sé, me parece que el Sevilla, en líneas generales ha jugado un partido aceptable, sobre la base del fútbol que estamos haciendo.
Pues nada, aunque el resultado no deje contento a casi nadie, ha habido dos cosas que sí han sido importante: La primera que hemos demostrado en el primer partido contra los grandes (parece que como ganamos en el Calderón, el Atleti ya no es nada) que somos uno más, es decir, que estamos al mismo nivel. Y lo segundo que Mosquera no es tan malo como los patéticos periodistas de la Ser nos quieren hacer creer.
Ahora, a preparar el partido contra el Barcelona, que eso será harina de otro costal.

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