Ayer fui al Sánchez Pizjuán con una única idea en mi cabeza, la victoria. No soy resultadista, ya lo sabéis, pero ayer no me importaba nada, sólo quería ver ganar a mi equipo.
Y no es que la situación fuese tan desesperada, lo que pasa es que cuatro derrotas son demasiadas (aunque no tengan trascendencia clasificatoria porque sólo dos fueron en liga y las otras dos en competiciones que se pueden compensar fácilmente) para un equipo como el Sevilla FC y la prensa sevillana estaba ya con las garras afiladas, esperando la hecatombe de una quinta derrota (hubiera sido casi lo mismo con un empate en casa).
Por eso, cuando acabó el partido, respiré tranquilo e intenté no pensar en la desastrosa primera parte del equipo, en el paupérrimo estado físico de más de un futbolista, en el poco rendimiento de alguno otro.
Lo único importante ayer era que habíamos sumado tres puntos más, consolidándonos en el quinto puesto, a tres de nuestro objetivo y dejando a seis al primer equipo que se encuentra fuera de los puestos europeos.
Y una vez pasada la noche de ayer, es momento de hacer reflexiones.
Por un lado para corroborar el daño que desde emisoras locales de radio, como Radio Sevilla hacen a nuestro equipo. Cerca mío, en el estadio, hay un sevillista anti Jiménez. A mí no me parece mal, cada uno puede pensar lo que quiera, lo que me fastidia es que este hombre no se haya quejado jamás de la labor de Monchi y que justo cuando desde la prensa local empiezan a criticarlo, éste se convierta en portavoz de ellos en el estadio.
Ayer mismo se quejaba de jugar con un sólo delantero en casa, cuando no es la primera vez que lo hacemos y cuando no había otro delantero disponible en la primera plantilla. Después se quejó de que Navas ocupara la mediapunta y más tarde de que sacara a De Mul. Yo pensaba que sólo le quedaba pedir que volviera Juande Ramos....y lo hizo.
En fin, con actitudes como ésta, poco podemos hacer. En la previa del partido, yo quería que jugara Navas de enganche y De Mul de interior derecho. No fue así, pero el entrenador es Jiménez. Luego todo el mundo vio que el centro del campo no funcionaba y el cambio arregló la situación, con lo que el equipo empezó a jugar y llegó el primer gol. Es más, siguió jugando y pudo haber llegado el segundo si Kanouté no falla el penalti.
Los últimos minutos, los del descuento, fueron de infarto, pero más por el miedo a perder los tres puntos que tenían los sevillistas que por la peligrosidad choquera.
No comprendo cómo hay gente que no entiende que con el nivel que tiene hoy en día el fútbol español y europeo, es necesario tener una plantilla de casi 20 jugadores de nivel parecido para poder luchar por todo. No comprendo cómo hay gente que no entiende que con 11 lesionados durante 7 partidos u 8, es imposible hacer más de lo que ha hecho el Sevilla.
Ahora sí, si cuando se recupere la situación el equipo sigue jugando mal, sin intensidad, sin velocidad y sigue sin ganar, habrá que ver el por qué pasa y pedir responsabilidades.
Pero, mientras tanto, habrá que esperar y desear que eliminemos a la Ponferradina, o se verá un espectáculo el jueves.
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