miércoles, 12 de agosto de 2015

No hay derrota en el corazón del que lucha

Hace tiempo que escuché esta frase que hoy me sirve de consuelo.
Como dice Castro, la Supercopa de ayer no lucirá en nuestras vitrinas pero sí en nuestros corazones.
Ayer, competimos como todo sevillista quiere que cada jugador que se pone su camiseta lo haga.
Se puede perder y más cuando tienes enfrente al posiblemente mejor equipo del mundo y su mejor jugador hace cosas como las de ayer, pero hasta para perder hay que tener orgullo.
Y el Sevilla demostró que tiene orgullo, que nunca se rinde, que el quiera ganarnos tendrá que sudar sangre.
Si este Sevilla de ayer se mantiene durante la temporada, si es el espejo de lo que vamos a ver cada jornada de liga o champions, señoras y señores prepárense para un equipo que va a darnos muchas alegrías, porque enfrente pocas veces vamos a tener a un equipo como el Barcelona.
Analizar los goles y culpar a éste o aquél es ensuciar lo que ha hecho el equipo. Que lo haga Emery que es el que cobra por ello.
Remontar un 4-1 al Barcelona en una final europea engrandece a un equipo, lo hace grande en el mundo. Grande Sevilla FC, grande, aunque al final, se pierda por detalles. Detalles de los que no tengo ganas de hablar hoy.
Gracias Sevilla. Gracias papá, por hacerme sevillista.

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