Pero tan cierto como que hemos hecho el ridículo, es que tras una primera parte igualada, en la segunda empezamos jugando mejor, teniendo ocasiones que se fallaron por acierto del portero y por la falta de puntería de nuestros delanteros y que cuando mejor estábamos y pensábamos que podíamos ganar el partido, llegó el 2-1 de los rusos y nos vinimos abajo.
No entiendo por qué todo lo que nos tiran es gol. No entiendo la falta de intensidad. No entiendo la falta de puntería.
Mucho tiene que mejorar este Sevilla si Berizzo quiere comerse los polvorones.
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