jueves, 23 de noviembre de 2017

Otra noche mágica en Nervión

Algún día, cuando pasen muchos años, espero que muchísimos, y esas personas que tanto queremos no estén ya nosotros, en nuestro corazón quedarán grabados para siempre esos momento  mágicos que compartimos.
Uno de esos, como otros muchos, será la noche de hoy, la noche en que en Champions remontamos un 0-3 a descanso ante todo un Liverpool.
Que el equipo tenía calidad, lo sabíamos. Pero quedaba por demostrar si tenía alma, si tenía lo que dice nuestro himno, casta y coraje.
Porque la calidad es necesaria para triunfar, pero no suficiente y desde que empezó la temporada, este equipo había adolecido de casta y coraje.
Ayer, cuando algunos, no muchos, sevillistas arrojaban la toalla y se temían lo peor ante un rival que te ganaba en velocidad, concentración y fuerza física y que estaba pasando por encima sin prácticamente despeinarse, salió el Sevilla de las grandes noches, ése capaz de ganarle a cualquiera, ése que nunca se rinde, ése que los rivales saben que o lo matas o renace de sus cenizas  te mata él a ti.
Hemos recuperado el prestigio en otra noche mágica en Nervión. Es el momento de demostrarle a España y Europa de lo que somos capaces.

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