Me disponía el sábado a disfrutar de una tarde de fútbol espectacular.
Sabía de la dificultad de la gesta. El Sevilla FC se presentaba en el Villamarín muy mermado por las lesiones, la Copa de África (otro sinsentido al que algún día habrá que meterle mano) y el Covid) y la semana había estado especialmente calentita con los acontecimientos posteriores al Betis-Rayo.
Pero nada hacía presagiar que ocurriría todo lo que ha pasado en el fin de semana.
Tras un comienzo mejor del Betis el Sevilla FC se puso por delante en el marcador con una genialidad del Papu (un jugador que no acaba de convencerme pero que si juega todos los partidos acaba dándote puntos) pocos minutos después de la media hora y unos minutos después Fekir empataba de córner directo.
Y ahí se acabó el derbi. Y ahí se acabó el derbi porque un retrasado mental tiró el palo de una bandera desde la grada de gol sur y dio en la cabeza de Jordán. El esperpento de después y que intentaré analizar objetivamente, es el que es, pero todo tiene una única causa y no es otra que el lanzamiento desde la grada de un objeto con la intención de hacer daño.
Llevo años denunciándolo. Sé que los ultras dan colorido, sé que sin ellos no hay animación en los estadios. Es cierto, cuando los Biris faltan en el estadio, no se anima. Pero tiene que haber una solución. Tiene que haber un límite entre la animación y la delincuencia. No todo vale. No se puede pagar ese precio. Si el precio de tener un grupo de animación es tener unos salvajes que realizan este tipo de actos (y todos los que ya conocemos), entonces el precio es demasiado alto y habría que plantearse prescindir de ellos o acabarán con el fútbol en los estadios. Al tiempo.
Esa es la causa, no hay otra.
Pero no fue el único hecho. El partido no se suspende por el lanzamiento del palo. A día de hoy no sé si el partido se suspende porque corre riesgo la seguridad de los jugadores o porque si un jugador ha sufrido un daño por el lanzamiento de un objeto tal que no le permite continuar el partido, éste se tiene que suspender.
Si el partido se suspende porque corría riesgo la integridad de los futbolistas, que lo digan y evitaríamos la cacería que se está produciendo en torno a Jordán y Lopetegui por un supuesto teatro con el objetivo de suspender el partido. Pero dado que nadie del Sevilla FC ni de ningún entorno hace ningún comentario al respecto, empiezo a creer que esa opción no fue el motivo.
Luego, salvo que alguien me indique lo contrario, el partido se suspende porque el lanzamiento del objeto deja conmocionado a Jordán y éste no puede continuar el partido. Y ahí es donde empieza el lío.
¿Realmente Jordán estaba mal o fue un teatro montado por el Sevilla FC (Lopetegui o alguien de la directiva) para como mínimo aplazar el partido?.
Sinceramente, quiero creer que mi equipo no ha hecho eso. Yo no digo que los partidos se ganan en el campo. Si tú me ganas en el campo haciéndome trampas, te denuncio. Pero no te gano haciendo trampas.
Hemos llegado a un momento en la vida, y el deporte es una parte de la vida, en el que todo vale por conseguir mis objetivos. Y yo no soy así.
Si Jordán estaba mareado. Si estaba afectado y no podía seguir. Se para el partido y no se juega. Y entonces, tampoco se juega el domingo. Y Sevilla FC, si la Federación me sanciona por incomparecencia que me sancione. Pero voy a muerte con mis creencias. El Sevilla FC el domingo sin Jordán no se presenta en el Villamarín tenga las consecuencias que tenga.
Pero si todo fue un teatro, intentando conseguir como mínimo un aplazamiento que me permitiera recuperar jugadores (especialmente el portero viendo que en la portería había un niño que no paraba nada), entonces lo que hizo mi equipo fue lamentable y me sentiría avergonzado toda mi vida.
Nadie que hubiera hecho eso me representa. Nadie. Y fuera quien fuera quien diera la orden debería estar fuera del Sevilla FC ipso facto.
Espero, de corazón, que no se pueda demostrar. Realmente, espero que no sea verdad.
Y luego está el comportamiento del Betis como institución (que incluye directivos, aficionados y jugadores). Lo de la afición es conocido. En la afición no voy a entrar. Lo entiendo. Llevan mucho tragado y cuando llevas tanto tragado en cuanto ganas algo saltas como si hubieras ganado un mundial. Estoy convencido, aunque espero no tener que verlo, que si ganaran más, harían menos tonterías.
Pero los directivos y jugadores han demostrado (en especial Alexis y Guardado) de que calaña están hechos. Y el problema es que en momentos de tensión este tipo de actos genera más violencia.
La falta de señoría en la victoria genera violencia. Y la violencia genera más violencia.
La actitud vergonzosa y penosa del Betis (de los que la forman, sí) puede provocar que en un mes, cuando nos volvamos a ver las caras, pueda ocurrir una desgracia.
Mira Alexis, mira Guardado, mira resto de jugadores/directivos, si creéis que el Sevilla FC ha intentado engañar al árbitro del partido para que suspenda haciendo que Jordán fingiera un malestar que no tenía, denunciarlo. Ganad, como hicisteis en el campo y disfrutadlo con señorío, no como mongolos (y perdón por la expresión). Así es como se hacen las cosas, no haciendo el payaso y quitando con ello importancia al hecho deleznable ocurrido en vuestro estadio, que no es otro que el lanzamiento de un palo desde la grada y que es el hecho que provoca todo lo que ha pasado. Si le quitas la importancia a este hecho, haciendo tonterías, le das pie a los violentos.
En fin, todo un sinsentido, del que todavía quedan muchas páginas por escribir.
Y del partido, todavía casi no hemos hablado.
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