Lo malo no es sólo haber recibido un gol en el último momento de un equipo que llevaba cuatro jornadas sin marcar y dieciséis sin ganar, sino que la imagen que hemos dado ha sido lamentable.
Y ha sido así por actitud, por cómo los jugadores vallisoletanos se han empleado en la primer parte, que ha hecho con los jugadores sevillistas le cogieran asco al partido en cuanto llegaron las patadas y la presión.
Yo esperaba irnos empatados al descanso y que la presión pucelana bajara en la segunda parte, pero el gol ha llegado y ahora los blanquivioletas estarán más motivados.
Y la cosa en la segunda parte no parece que vaya cambiar, porque no ha habido cambios, aunque algunos sí que se están viendo necesarios. Renato y kanouté, ya.
Y vaya con el comentarista de Gol Televisión, el entrenador Víctor Muñoz. Con lo malo que era este hombre como futbolista, lo va a empeorar como entrenador. Qué desidia hablando, que poca idea. Vaya la que ha liado con la lesión de Navarro. Que si se había lesionado Cala, que si Drago se ponía de lateral izquierdo, madre mía, no da ni una.
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