Y una vez dicho esto, creo que el futbolista se está pasando de la raya con sus muestras de enfado cuando ve que no juega.
Un futbollista tiene derecho a entrenar, pero no a jugar y tiene la obligación de respetar la decisión del entrenador, porque respetándola, respeta también a sus compañeros.
En un grupo como el nuestro, unido, solidario, fuerte, una falta de respeto así sólo puede estropear el grupo, y el Sevilla FC está muy por encima de Iago Aspas y de cualquier jugador.
Por eso, le pido a Aspas que se dedique a entrenar, y a jugar cuando su entrenador lo crea conveniente.
Le pido a Emery que sea fuerte y no se deje intimidar por hechos así.
Y por último pido a los capitanes, al grupo, que enseñen el camino al gallego o que ellos mismos castiguen al futbolista si no atiende a razones.
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