sábado, 30 de abril de 2022

Morir en la orilla

Tengo la sensación del naufrago que nada y nada y al final muere en la orilla.

El equipo, con la plantilla más ilusionante para mí en muchos años, ha pasado de poder luchar por la liga a a estar pidiendo la hora para aguantar una plaza Champions que hace mucho tiempo que tenía que haber amarrado.

No entrar en Champions será un fracaso. Más, unido al fracaso de nuestra participación europea este año y a la eliminación en Copa por el Betis que a la postre ha sido el campeón. Un fracaso que sería aun mayor si además es el Betis, como en 2005 el que ocupa nuestro lugar.

Luego será lo que sea. En aquel 2005, la hecatombe dio paso a la época dorada del sevillismo, pero yo prefiero que no pase.

Ayer contra el Cádiz volvimos a vivir un ejemplo más de lo que está haciendo esta aciaga temporada.

Ojalá salvemos la temporada clasificándonos para la champions el año que viene, pero si queremos de verdad seguir intentando pelear con los grandes y soñar con superarles alguna vez, no tenemos más remedio que darle una vuelta de tuerca al equipo, empezando por el entrenador y acabando por la delantera, donde el espectáculo ofrecido ayer por En-Nesiry fue circense.

Deseando estoy que acabe ya la temporada y empezar con la ilusión de la que viene, pero aún nos quedan 4 etapas durísimas.

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