jueves, 26 de noviembre de 2015

Consumado el fracaso

No hay que esperar a final de temporada para hacer balance.
El paso del Sevilla FC por la Champions ha sido un fracaso. Cierto es que queda un partido en casa contra la Juventus, que puede maquillar un poco la situación, o mucho si finalmente conseguimos la tercera plaza (que pasa por ganar a los italianos, algo harto difícil, y que los alemanes no ganen en Manchester.

Pero a parte de ese resultado, que nos permitiría jugar la Europe League, de la que somos actuales campeones, y por supuesto que el balance europeo no fuera de auténtico fracaso, el paso del Sevilla FC por la Champions ha sido nefasto.

Ganamos 3-0 en el primer partido a los alemanes que llevaban 5 derrotas consecutivas en liga y eran los últimos de su competición. Ese inicio fue solo un espejismo, pues la verdadera cara del Sevilla FC en esta competición se vio en Turín, donde caímos 2-0 pero donde dimos una imagen muy mala. Fuimos un pelele en manos de los italianos.

Tras un partido en Manchester donde fuimos superiores y que debimos ganar pero que perdimos incomprensiblemente, han llegado dos derrotas más ante el City en casa y con los alemanes fuera.

Muchos motivos hay para ello. Por un lado la confección de la plantilla que, a la vista de los resultados, no ha sido buena. Varias cosas se pueden decir. Tanto en la portería como en el centro de la defensa no nos hemos reforzado bien, aunque es cierto que las lesiones de Beto, Carriço, Andreolli y la recaída de Pareja, han mermado la capacidad de la plantilla. Y después, dos jugadores titulares se han marchado y los que han venido no son capaces de disputar la titularidad a los suplentes del año pasado. Por M´Bia ha venido N´Zonzi, que además de ser un jugador distinto, no está demostrando nada. Y lo peor es que el entrenador no da con la tecla en el centro del campo, que es hoy por hoy un coladero. Y por último se fue Bacca y pese a haber traído a dos delanteros de talla mundial, el titular es Gameiro, el suplente de Bacca dos temporadas.

La consecuencia de todo ello es que tenemos en la portería a dos chavales jóvenes (porque Beto ni está ni cuando esté le espero a un buen nivel) que, especialmente el titular, Sergio Rico, no está dando nivel para tanta exigencia.
El centro de la defensa es de equipo de segunda división, con un Kolo de titular cuando ni siquiera es central, por mucho que nos lo quieran vender así. Un centro del campo que es un coladero y una delantera que no tiene la eficiencia de años atrás.

Y para poner la guinda a este desastroso pastel, un entrenador que no es capaz este año de dar con la tecla. Al menos antes planteaba bien los partidos aunque sus cambios fueran desafortunados, pero es que ya ni eso. Los planteamientos son patéticos, empeñado en poner a Kolo cuando todo el mundo pedía a Andreolli, empeñado en jugar con un medio centro defensivo, cuando está claro, me guste o no, que este equipo por la proyección que tienen las bandas necesita jugar con dos y empeñado en poner a Banega como falso delantero, cuando el argentino de espaldas no puede desarrollar su fútbol.

Y qué decir de los cambios. Mariano por Koke o viceversa es su cambio ideal, el único prácticamente fijo en todos los partidos. Hombre por hombre. Partidos perdiendo toda la segunda parte y dos delanteros en el banquillo y el cambio siempre es de uno de los dos por Gameiro.

En fin, desastre total. Fichajes en enero del nivel de hace unos años con Rakitic y Medel y finiquito al entrenador si queremos salvar una temporada que de ilusionante ha pasado a fracaso.

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