jueves, 9 de noviembre de 2006

Resaca copera

La copa nos ha dejado una resaca amarga en la figura de Jesús Navas y dulce en el resto. Cuando el partido estaba decidido, y sin justificación según mi modesto entender, Jesús Navas salió a disputar los últimos 15 minutos. Un poco antes de acabar el partido lo vi cojear y echarse mano a la rodilla y me temí lo peor. Al final, de lo malo, lo mejor, porque de temer que se perdiera gran parte de la temporada si se hubiera roto los ligamentos de la rodilla a una rotura de menisco que lo apartará como mucho 8 semanas, es un consuelo. Lo que no entiendo es por qué saltó al campo. Contra un tercera división, con 3-0 a favor, en una noche fría y con el campo en mal estado por las lluvias de días atrás. Hay determinados futbolistas que son imprescindibles y Jesús Navas es uno de ellos. Jesús Navas se podía haber lesionado hoy en el entrenamiento, pero eso son gajes del oficio, pero lesionarse en un partido sin, en esos momentos, trascendencia, es un error del entrenador. Al final, será sólo cuestión de 2 meses en el peor de los casos (aunque en una lesión igual en la pierna derecha estuvo jugando a las 4 semanas) y siempre que la artroscopia de mañana no nos traiga desagradables sorpresas. Ahora tendremos que afrontar de 4 a 6 partidos de liga y 2 o 3 partidos de UEFA sin su concurso. Ahora tendremos que demostrar que tenemos de verdad una gran plantilla. Sus sustituto natural sería Fernando Sales e incluso Jesuli. Ambos realizaron ayer un partido aceptable (mejor Jesuli) pero no creo que estén al nivel que necesita la plantilla, por lo que nos quedan dos alternativas. La más fácil, poner a Alves de interior derecha y a Hinkel de lateral. La otra opción es poner a Adriano de interior derecha y la banda izquierda repartirla entre Puerta, Duda, Drago y David. Ambas soluciones son buenas y deben dar buenos resultados, pero desde luego, echaremos mucho de menos al Duende de Los Palacios. En el sabor dulce de la resaca copera tenemos en primer lugar la imagen del equipo, placado de los teóricos suplentes pero que demostraron su implicación y las ganas que tienen de demostrar al entrenador que puede contar con ellos. Por otro lado, el haber pasado sin apuros a la siguiente ronda y por último el comportamiento maravilloso de la afición. Por un lado acudiendo en un gran número a un partido sin aparente trascendencia, demostrando que vamos al Sánchez Pizjuán a ver a nuestro equipo, juegue con quien juegue y cualesquiera que sean las condiciones atmosféricas y por otro lado el bueno comportamiento hacía la afición contraria. Seguro que los aficionados segovianos han llegado a su ciudad con un buen sabor de boca de la ciudad, del equipo y de la afición y que hoy son un poquito más sevillistas...así se hace afición. Vaya, me olvidaba de Chevantón. ¡Qué ganas puso! ¡Qué pena que no marcara!. Si pone a todos los partidos la misma intensidad que puso ayer y le acompaña el físico y la suerte, va a darnos grandes tardes de gloria.

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