miércoles, 15 de noviembre de 2006

Ser suplente

Ser suplente es complicado. El futbolista trabaja como cualquiera de nosotros durante la semana, pero es el domingo cuando disfruta y sólo lo hace si juega, preferentemente en el equipo titular. Ser suplente es muy difícil, pero lo es aun más si pasas de ser héroe de una final europea a ser suplente y más si ni siquiera eres el primer recambio. Esto se hace especialmente complicado si además tienes un carácter ganador, ese mismo carácter que nos hizo tocar el cielo de Eindhoven. Pero también en la suplencia hay que demostrar una serie de valores que de momento Maresca no los está demostrando. Primero hubo la historia del derbi (aunque Maresca lo explicara, al menos para mí, convincentemente) y ahora esta reacción desproporcionada a un encontronazo con Aitor Ocio (otro jugador que tampoco dispone de los minutos que supongo pensará que merece y que jamás se ha visto involucrado en situaciones desagradables. Espero que Maresca se tranquilice, trabaje como dice trabaja y que pronto podamos disfrutar de su fútbol y si por el buen momento de otros jugadores no acaba de encontrar su sitio en el once titular que lo asuma con respeto hacia el club, la afición y sus compañeros, sólo así estamos en el camino.

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