jueves, 23 de abril de 2009

Sólo cabe una palabra: Ridículo

Eso es lo que ha hecho el Sevilla FC en Barcelona. Vale que estamos ante, posiblemente, el mejor Barcelona de la historia. Vale que este mismo equipo le ha metido 4 al Bayern de Munich y 6 al Atlético de Madrid . Vale que el Barcelona de hoy en día no tiene nada que ver con aquél contra el que protagonizamos hace dos temporadas unos duelos impresionantes. Vale que el Barcelona es, hoy por hoy, posiblemente el mejor equipo del mundo.
Pues aún así, no se puede hacer el ridículo que hemos hecho en Barcelona. El tercer clasificado de la liga española, hasta hace unas jornadas con bastante diferencia, no puede hacer el partido que hemos hecho. Un equipo que aspira a jugar la Champions (que la juegan los mejores de Europa) no puede hacer un partido al nivel del Numancia o el Nástic de Tarragona (con todos mis respetos hacia esos equipos).
De vergüenza. Mi paciencia se ha acabado. Llevo toda la temporada diciendo que hasta que no acabe la temporada no se debe hacer balance, pero ya no puedo más.
A Manolo Jiménez, como máximo responsable de la parcela técnica, después de lo de hoy y de muchas otras tardes de parecido ridículo, no puede seguir siendo entrenador del Sevilla FC. Y no me refiero a la temporada que viene, ni siquiera debería llegar como entrenador a mañana.
Él mismo, si es tan sevillista como dice, debería de dimitir, por el bochornoso ridículo que hemos hecho hoy.
Y ahí no acaba la cosa, porque alguien tendrá que responder de los desastrosos fichajes que se han hecho en los últimos tiempos: Mosquera, Koné, Konkó y Romaric, son jugadores que han costado mucho dinero y que no han demostrado el por qué de su precio.
Es cierto que Monchi ha acertado mucho y bien, y así se le ha reconocido tanto desde el club, como de la afición y la opinión pública en general. Pero igual que cualquiera de nosotros, por muy bien que lo hagamos a diario en el trabajo, si nos equivocamos somos reprendidos, a Monchi habrá que darle un "tirón de orejas".
Todo lo que no sea esto, será no coger el toro por los cuernos.
Que sí, que tenemos a tres días un partido importantísimo, pero es que el equipo está muerto y eso no puede ser.
Y, que sí, que es probable que aún no cambiando nada nos clasifiquemos para la Champions, incluso como terceros, pero aún así, para el año que viene, si queremos de verdad hacer un Sevilla Grande, hay que cambiar muchas cosas, o mejor dicho, al entrenador y varios jugadores.
Y, contra mis propias ideas, tiene que ser ya.

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