lunes, 1 de febrero de 2010

En enero

Todavía ayer era 31 de enero. Todavía, por tanto, estábamos en el fatídico mes de enero en el que todos pensábamos que el equipo se iba a caer. Yo mismo, después de los últimos partidos en casa, las lesiones, la Copa de África, etc., pensaba que cuando llegara el 1 de febrero íbamos a estar fuera de la Copa del Rey y probablemente, lejos de los puestos de Champions. Pues no, por eso el fútbol es el deporte más bonito del mundo, por eso, porque no es una ciencia, porque no se puede predecir, porque en cualquier momento, un equipo que parece muerto y que se encuentra un camino lleno de obstáculos, sale adelante. Ayer, los Kanouté, Zokora, Navas, Palop, etc. ganaron al Valencia y se colocaron cuartos (que nadie se olvide que es puesto champions, que parece que si no quedas tercero has fracasado) y el miércoles intentarán encarrilar la eliminatoria (si no sentenciarla) para poder jugar una nueva final. Pero los Romaric, Duscher, Marc Valiente, Capel, Koné, etc., nos han mantenido vivos, haciendo un esfuerzo enorme y llenos de limitaciones. Ayer el Sevilla me gustó, por muchas tonterías que se escuche y se lea por todas partes. Me gustó porque maniató al Valencia que vino a especular (sí, Émery, que por algo dejaste a tu mejor centrocampista en el banquillo), aprovechamos nuestras oportunidades y nos volvimos a subir al tren de la liga (al de la champions, vamos). En el lado positivo, las paradas de Palop que vuelve a ser el portero que nos llevó a conseguir cinco títulos, Stankivicius como central dio un verdadero recital de colocación, corte, anticipación y juego con sentido de la pelota. Zokora volvió a comerse el centro del campo rival, que se desquició dando patadas a diestro y siniestro, con el visto bueno de ese malísimo árbitro navarro, que en cuanto veía la posibilidad de castigar a un sevillista con amarilla se volvía loco y salía corriendo en su busca. Navas le enseño a Pablo Hernández que se tiene que hablar en el campo, dejándole claro, por si había alguna duda, que si el quiere, irá al mundial. Kanouté nos dió el equilibrio y el juego que hace tiempo no teníamos. Qué fácil es jugar con Kanouté en el campo. Y Negredo, por fin demostró su clase, marcando un gol díficil, de esos que hace unos días estrellaba en el portero. En el lado malo, quiero destacar en primer lugar a Palop, que golpeó de forma brutal y desproporcionada a Villa (que en ningún momento se apreció que provocara, sino todo lo contrario). Esas cosas, Andrés, no te pegan. Tú, eres reconocido por tu gran valía bajo los palos y por una calidad humana que te hizo importantísimo en la Eurocopa ganada. No hagas cosas como ésta, que empeñen tu cartel. También a César. Un portero que, no sé por qué motivo, se vuelve loco cuando juega contra nosotros y empieza a hacer tonterías. Ayer, después de perder tiempo durante parte del primer periodo, cuando recibió el primer gol y empezó a correr, se enfadó con la grada porque le devolvimos un balón cuando iba a sacar y se llevó hasta el final del primer tiempo gesticulando a la grada, provocando que le silbaran e insultaran. Debió ser amonestado por el árbitro, pues está castigado menospreciar al público, y eso, es lo que hizo este individuo. A Pérez Lasa, porque cada día me dumuestra lo malo que es como árbitro (malo porque acierta mucho menos de lo que falla y porque no mide con el mismo rasero) y la poca personalidad y clase que tiene como persona (lo cual es peor, porque de árbitro se jubila en unos años, pero como persona tendrán que aguantarlo muchos años las personas de su entorno). Y por último a Unai Émery, que una semana más demuestra el mal perder que tiene. Mira muchacho, el Valencia perdió, en gran parte, por el acierto del Sevilla y en la otra porque tú demostraste que eres un entrenador del montón, segundón. Lo demostraste sacando del once a Banega y metiendo a dos mediocentros defensivos. Ahí empezaste a perder el partido. Deja de llorar de los árbitros, pues César tuvo que ser amonestado y no te digo nada de Alexis, Marchena y Albelda, los tres que pudieron perfectamente acabar en la calle. Y tampoco te quejes de la mano de Zokora, porque también pudo haber (tendré que verlo repetido) un penalti a kanouté que hubiera sido también expulsión del defensa. Mal como entrenador y peor como deportista y persona. Chungo lo tiene el Valencia con un tío como éste en el banquillo, chungo. Y en dos días, la copa.

No hay comentarios: