miércoles, 10 de febrero de 2010

Y mañana a estas horas....

Estos días no he tenido tiempo ni ganas de escribir. Es verdad que he estado muy liado, pero también es verdad que cuando mi Sevilla pierde se me quitan las ganas de escribir. Del partido del domingo poco más se puede decir. Que lo entiendo, que entiendo que Jiménez centre sus esfuerzos en el partido de copa, porque estamos a un paso de la final, porque todos queremos sentir lo que se siente ganando un título. Porque estoy seguro que si tú le preguntas a todos los aficionados que si prefieren ganar un título o jugar la champions, la mayoría, los que nos dejamos llevar por el corazón, diremos que un título, porque a la mayoría nos da igual con quién juguemos, nos da igual, lo que nos importa es el Sevilla, el rival es secundario. Por esas razones entiendo lo que pasó. Entiendo que a un paso de una final y con el marcador de cara se reserven jugadores para la final. Lo malo es que se perdió por nuestra culpa y por mala suerte, una vez más y que además perdimos (casi seguro) a dos jugadores que se me antojan, por diversas razones, casi fundamentales para el partido de mañana. El caso es que lo que pasó el domingo ya es agua pasada y lo que tenemos que pensar es que mañana nos jugamos por segundo año consecutivo y por sexta vez en los últimos años, el jugar una nueva final. Enfrente tendremos al Getafe, equipo al que hicimos morder el polvo en una final inolvidable. Ojalá mañana seamos finalistas una vez más. Y si no lo somos, que no quede ni un reproche que hacer. Que el equipo se entregue, lo dé todo y si nos ganan, pues felicitar al rival. Pero eso no va a pasar. Dentro de algo más de dos meses, sueño con estar en Valencia con mi familia para ver una nueva final, para ver como levantamos un nuevo título. Mañana, un poquito antes de esta hora, sabremos si lo somos. A por ellos.

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