Madre mía la que se está liando. No sé si tirar de hemeroteca para ver cuántos partidos empatamos en casa en nuestra mejor temporada, en la temporada del Sevilla FC invencible de Juande Ramos.
Ahora todo es mal, mientras que entonces, si empatábamos no pasaba nada.
Si jugamos 30 veces el partido del domingo pasado ante el Depor, en las mismas condiciones, ganaríamos 25, empataríamos 4 y perderíamos 1, casi seguro.
Cuando un equipo domina como dominó el Sevilla FC en la primera parte y como sobre todo, en la segunda parte, y tiene las ocasiones que tuvo el Sevilla FC, lo normal es que se acabe ganando. Pero igual que el Barcelona fue incapaz de marcarnos más de un gol en la vuelta de la semifinal de Copa del año pasado, nosotros fuimos incapaces de marcar al Depor.
¿Pasa algo?, pues no. ¿Seríamos mejores si hubiéramos ganado?. Pues tampoco.
Por dios que acabamos de empezar. Vamos a dejar trabajar y vamos a animar. Los resultados vendrán y si no vienen, se pedirán responsabilidades.
Pero vamos a dejar de dejarnos influenciar por los medios de comunicación, que una vez derrotado Manolo Jiménez, el objetivo es Monchi, a través de sus errores en fichajes de los últimos años, que sí, los ha habido, pero en comparación con los éxitos que nos han permitido ser lo que somos, son insignificantes.
Al menos, conmigo, no podrán. Yo creo en este equipo y creo que este año volveremos a saborear muchos éxitos.
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