Odio la política. La odio por lo que es hoy en día, no por lo que es en sí. La odio porque hoy en día hacer política es simplemente es hacer una burda oposición a todo lo que haga el que gobierna, sea bueno o malo para los ciudadanos, sólo con el objetivo de conseguir votos, que se traduce en poder y éste en dinero.
Y como la odio, no quiero ni por asomo que se pueda utilizar el fútbol para hacer política.
Así que lo ocurrido ayer con la presentación de las camisetas me parece bochornoso.
Vamos a ver, soy sevillano, andaluz y español. Porque soy español mi bandera es la roja y amarilla. Lo es, no es la bandera de los ultraderechistas, ni de los franquistas, es la bandera de todos los españoles.
Veo, por otro lado, bien que cuando juguemos en Europa llevemos algún distintivo de España en nuestras camisetas, porque representamos al país.
No creo que llevar un distintivo del país (y el más significativo es la bandera) nos convierta a todos en fachas, franquistas, etc. En cualquier país, la bandera os motivo de orgullo para sus ciudadanos, la tricolor en Francia, la italiana, la bandera es sagrada.
Aquí no, aquí llevar una bandera de España es ser un facha y si eres lo contrario tienes que pisotear la bandera, renegar de ella.
A ver si nos queda claro que llevar la bandera del país es sólo una forma de representar el país en el extranjero, de hacer que el resto de españoles vea a Sevilla FC con mejores ojos, sólo eso.
Así que el numerito que los anti-bandera hicieron el día de la presentación de las camisetas me parece ridículo y bochornoso.
Luego, estará la idea de si te gustan o no las camisetas. A mí, personalmente me gustaría una bandera algo más discreta. El "babero" de la temporada pasada, la que parecía de los geo, o las de este año, tienen una bandera demasiado grande, que en el caso de la segunda equipación no pega en absoluto con el resto de la camiseta. Pero esto ya es cuestión de gustos y como no me gustan no me las compro, por muy baratas que puedan estar.
Pero una cosa es el diseño y otra el mensaje político que unos pueden estar mandando y otros aprovechan para mandar en sentido contrario.
Vamos a dejarnos de chorradas políticas y vamos a centrarnos en lo que de verdad interesa y es que empieza una temporada que puede ser ilusionante y entre unas cosas y otras hay un clima de crispación que no va a ayudar en nada.
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