No era fácil lo que tenía el Sevilla FC por delante en el día de ayer.
Sólo tres días después del grandísimo varapalo recibido con la eliminación de la Europe League en la eliminatoria previa a los play off, comenzaba la temporada liguera con la visita de un reforzadísimo Málaga CF.
Son de esos partidos, y más con el historial que últimamente tenemos con los malagueños, que me hacía presagiar un mal resultado, pero me equivoqué.
El equipo mejoró bastante con respecto al anterior partido y superó en casi todos los aspectos a un Málaga que se dedicó a hacer un fútbol control, pero de los de mentira, de los que nunca llegas a puerta, de los que nunca creas peligro.
Buen partido en todas las líneas, en especial de Cáceres en ambos laterales, Médel y Trochowsky en el medio y Navas y Negredo en ataque.
Partido para haber ganado con más solvencia de la que indica el marcador, si hubiéramos estado más acertado en ataque.
Lo más importante de la victoria, es que con una semana sin fútbol y tras el varapalo europeo, la victoria se me antojaba imprescindible.
A ver si con este parón, la llegada de un delantero y la recuperación de los lesionados, el Sevilla FC es capaz de demostrar el potencial que desde el club, en todos sus estamentos, pregona.
Y bueno, al menos a mí, me ha vuelto la sonrisa.
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