lunes, 9 de abril de 2012

Frenazo

Las importantes bajas que llevábamos, sobre todo la de Reyes, aunque también la de Trochowsky, teniendo en cuenta el bajísimo estado de forma de Rakitic, no se dejaron notar en el comienzo del partido, en el cual, vimos al Sevilla FC que yo quiero ver, el que va a por el partido aunque esté enfrente el Athletic de Bilbao, el equipo de moda en Europa.

Fueron unos quince o veinte minutos de buen fútbol, con lagunas defensivas, pero no llegaron los goles, aunque tuvimos varias ocasiones, y ahí se acabó el Sevilla FC.

Aguantamos la primera mitad aunque prácticamente estábamos jugando con jugador menos porque Rakitic no aportaba nada y justo a la salida del descanso nos marcaron un gol por falta de intensidad defensiva, la que tuvo Manu del Moral que no ayudó en tareas defensivas dejando solo a Fernando Navarro contra dos bilbaínos que, en posible fuera de juego (tengo que verlo mejor) consiguieron centrar para que Llorente ante la pasividad de Fazio, marcara.

A partir de ahí, estuvimos varios minutos muy mal, en los que el Athletic pudo aumentar su ventaja. Los cambios llegaron tarde y en el caso de Babá por Kanuoté por obligación.

Yo creo que ni Rakitic ni Manu del Moral estaban aportando nada y hubiera sacado a Babá y a Guarente o De Mul mucho antes.

Los cambios, pese a que mejoraron un poco la imagen del Sevilla, no fuera suficientes.

Creo que derrota justa, ante un buen equipo, en el que prefiero quedarme con dos cosas buenas, los minutos de Babá qu eme da que pensar que es mejor futbolista de lo que intentan vendernos los periodistas de esta ciudad y el buen nivel demostrado por Guarente pese al tiempo que llevaba sin jugar. Este futbolista, de cara a la temporada que viene, puede ser un buen fichaje, ojalá deje atrás la lesión definitivamente.

En resumen, seguimos a un punto de la Europe League y 6 u 8 puntos de la Champions dependiendo del resultado del Málaga mañana contra el Racing.

La derrota contra el Athletic sólo se puede olvidar con una victoria, a ser posible contundente, ante el Zaragoza de Jiménez.

No cabe otra.

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