Si escuchas por la radio que el R. Madrid ha ganado por 3 goles a 0 al Sevilla FC, pensarás que el Madrid ha sido muy superior al Sevilla FC.
Nada más lejos de la realidad, al menos, viendo cómo se han ido desarrollando el partido.
El resultado de 1-0 al descanso es totalmente injusto, ya que para mí el Sevilla debió irse a la caseta como mínimo con un empate. El partido se acaba en los primeros compases de la segunda parte con los dos goles de Benzemá. A partir de ahí, ni el Sevilla ni el Madrid quieren seguir jugando y dan por finiquitado el partido.
Pero, ¿cómo llegamos a ese momento?
Primero el árbitro nos anula un gol por falta inexistente de Negredo a Pepe, que hubiera significado el 0-1.
Después del gol de ellos, Navas, Reyes y sobre todo Negredo fallan tres claras ocasiones de gol.
Se llega al descanso con un 1-0 que bien pudo se un 2-2 o un 2-3.
Nada más comenzar la segunda parte, Negredo vuelve a fallar otro gol infallable y poco después, Koke regala el segundo gol a los merengues en uno de sus continuos despistes defensivos.
Lahoz nos pone la puntilla permitiendo un contraataque del Madrid en el que Ozil hace una clamorosa falta a Koke.
Querer ganar en Madrid con semejantes ajustes defensivos y fallos de los delanteros es imposible, porque además, da igual como se llame el árbitrucho de turno, siempre se equivocará del lado merengue.
Pensemos en el Betis, que es lo que ha hecho Michel desde que recibimos el tercero.
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