Me juego un churrasco

Las vísperas de los Sevilla F.C.- Real Madrid, traen a mi mente recuerdos, imágenes de hace muchos años, mis años de estudiante de B.U.P. En tercero conocí a un madridista acérrimo, sevillano, aunque de nacimiento barcelonés y familia cordobesa. Con este madridista, que con el paso de los años se ha convertido en algo más que un amigo, un hermano, sin que nos corra la misma sangre, en la víspera del Sevilla F.C.- R. Madrid de la temporada 91-92, le dije: "me juego un churrasco" que os ganamos. Ese día (de victoria sevillista por 1-0 con gol de Rafa Paz), nació una tradición que llega hasta nuestros días y que espero que no se pierda nunca. Cada Sevilla F.C. - R. Madrid nos jugamos un churrasco. Gano yo si el Sevilla gana y gana él si el Madrid empata o gana. Y lo mismo en el Santiago Bernabeu, en el cual, el empate me vale a mí por jugar el Sevilla fuera. Le tengo mucho cariño a esta tradición, que sobrevivió a los años de segunda del Sevilla F.C. Hoy en día, ya no nos comemos un churrasco, ya del churrasco sólo queda el nombre de la apuesta, porque nuestra situación económica ha cambiado lógicamente y nos damos un buen homenaje (por cierto, el último fue hace poco pues me debía la victoria sevillista en la última jornada de liga), pero en aquella época de estudiante, la mayoría de los churrascos nos lo pagábamos en baretos donde dos churrascos y la bebida rozara las 1.000 ptas que teníamos para toda la semana. Esto es para mí la rivalidad. Rivalidad es mandarle esta noche un sms que diga: "me debes un churrasco". Todo lo demás, es basura que debíamos erradicar del fútbol.