Noche de ilusión

Esta noche es la más bonita del año para mí. Ya, a medida que pasan los años, se vive de otra manera, pero, por otros motivos sigo manteniendo la ilusión. Esta noche, llena de misterio, esperanzas, ilusiones, ha tenido casi todos los años presencia sevillista, porque el Sevilla FC es parte de mi vida. Recuerdo allá cuando tenía 9 años y pedí la ropa del Sevilla (entonces se decía así, ahora es equipación). Recuerdo que la pedí roja, como siempre, y mis padres me hicieron creer que los reyes no la habían encontrado roja y me traían la blanca. Yo no quería la blanca, quería la roja y cuando abrí la caja y vi aquella camiseta roja, con el escudo de mi equipo y con el número 11 serigrafiado (a rayitas pequeñas que era como se llevaba) me volví loco de alegría. El 11 de Montero quería yo, el 11 de mi ídolo de niño. También recuerdo otros reyes que me regalaron la ropa de Buyo. Sí, la negra con tres rayas rojas a cada lado y en cada manga. La original de la marca Yama. Hoy en día eso es normal, no se suelen comprar ropas no originales, pero en mi época de niño, cada uno llevaba una ropa distinta. Valía con que tuviera el escudo y fuera del color que debía de ser. Pero mi ropa de Buyo era la original y durante varios años disfruté como lo que era, un niño, imaginando paradas imposibles. Otro recuerdo bonito fue mi primer chandal del Sevilla, con unos 14 años. El yama rojo de la época de Cardo. El de las dos franjas blancas. Recuerdo que me lo ponía y soñaba que iba al Sánchez Pizjuán convocado y marcaba el gol de mi vida. Después, un poquito más mayor, fue mi hermana la que me hizo sufrir hasta casi por la tarde para darme la camiseta del Sevilla que me había regalado. Fue una sorpresa, que esperaba hasta que desesperé. Aquella camiseta bukta de la época de Suker. Así han ido pasando los años y siempre me trajeron algo del Sevilla. Y este año, vendrá de Zurich y será la copa de mejor equipo del mundo.