Si miras los resultados de los partidos sin haber visto los partidos y ves que Alemania a ha ganado 4-1 a Inglaterra y que Argentina ha ganado 3-1 a México, no puedes ni imaginar lo importantes y decisivos que han sido los errores arbitrales.
En el primer partido, Alemania estaba siendo muy superior al los ingleses y se había puesto 2-0 con la colaboración del portero inglés.
Cuando parecía que los octavos estaban decididos, Inglaterra acortó en una falta (con un regalo del portero alemán) y un momento después Lampard marcó un golazo que, incomprensiblemente fue anulado. Viéndolo en televisión en directo, pareció gol, pero cuando vimos la repetición, no podíamos entender cómo fue anulado.
Si Inglaterra hubiera empatado, injustamente por el fútbol desarrollado, la segunda parte no hubiera tenido que lanzarse a la desesperada a por el empate y Alemania no hubiera podido matar a los ingleses a la contra (con la colaboración también del portero inglés). Así que, independientemente de que Alemania haya sido superior y merezca estar en cuartos, el error arbitral fue decisivo.
Y en el segundo partido de octavos de hoy, el árbitro ha sido nuevamente protagonista, concediendo un gol en claro fuera de juego, que ha facilitado la victoria argentina, que como equipo sigue sin gustarme.
En definitiva, dos errores clamorosos y sobre todo, evitables.
Es inconcebible, que en un deporte de alto nivel como éste, con tanto en juego, no se pueda usar la tecnología como se utiliza en otros deportes como el fútbol americano, el tenis o el atletismo.
Penoso, sin duda.
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