No quise decir nada cuando hizo esos comentarios en la prensa sobre el trabajo sucio y el pasear la copa, pero ahora, tras la carta abierta que ha enviado a los medios de comunicación hace unos días, sí voy a decir algo.
Lo que tengo que decir es que aunque te honra reconocer tus errores, tengo que destacar dos cosas:
- Desde que te conozco como entrenador del Sevilla FC, he visto como has tenido que perder perdón en más de una ocasión. Ten cuidado Manolo, en esta vida es mejor no hacer daño que tener que pedir perdón por haberlo hecho y tú, te equivocas demasiado. Así que, te recomiendo, aunque no sea nadie para hacerlo, que en el futuro tengas más cuidado y no hagas declaraciones sin pensar, porque está claro, que cuando te sales del guión, metes la pata.
- Hubiera estado bien, deseable, que en tu carta, hubieras pedido perdón de forma directa a Antonio Álvarez, que fue el verdadero damnificado por tus declaraciones y que de forma elegante no entró al trapo. Hubiera estado bonito que hubieras personificado en él parte de tus disculpas.
En cualquier caso, espero que la próxima vez que seas noticias, lo sea porque has conseguido trabajo y lo estás haciendo bien y no por temas que tengan que ver con mi Sevilla FC y tus pateletas de niño orgulloso.
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