Hoy mi empresa tiene un gran negocio entre manos

Esta noche, esa empresa, esa sociedad anónima de la que soy socio, se juega el 20% de su presupuesto para el año en curso.

Tras el negocio frustrado del sábado, que económica no era importante, el negocio que hay que conseguir este martes por la noche nos puede reportar muchos beneficios, que al fin y al cabo, parece ser lo único importante en las sociedades anónimas.

Si el negocio fallara, porque las ciencias empresariales no son exactas y menos cuando la sociedad es deportiva, entonces, el descalabro financiero sería de órdago.

Esperemos por tanto que el negocio se consiga y todos seamos felices.

Falacias. Falacias para aquellos que han hecho de este deporte que tanto amo un puro y maldito negocio.

Para mi, lo de hoy es simplemente un partido en el que juega mi equipo, razón suficiente para hacer todo lo posible por intentar ganar. Que además, se juega la clasificación para la competición europea de mayor prestigio, pues más razón para ganar.

Lo del presupuesto me da exactamente igual. Yo de eso, cuando se habla de fútbol, no entiendo.

A mí me da igual cuánto ganemos aquí o allí, si de dinero estamos hablando.

Yo lo que quiero es que mi equipo gane, tan fácil como eso.

Y para que gane, hoy el Sánchez Pizjuán tiene que ser el de las noches mágicas de Nervión. Y para todos los que han defendido la postura del club de reservar a los titulares para este partido, decidles que si hubiéramos ganado la Supercopa, la noche serían aún más mágica. Porque desgraciadamente no será mágica hasta que no marquemos el primer gol. Y será así, porque los sevillistas de verdad, lo de corazón, estamos dolidos con el espectáculo del sábado.

Espero de verdad que ganemos hoy, pero no por el dinero, sino porque si el Sevilla FC pierde, sufro.