Vaya tela lo pesado que se puede poner Luis Fabiano (y su agente) cuando las cosas no salen como el futbolista quiere.
Qué hartito que estoy de la cantinela de que se quiere ir, ya sea porque está en buen momento y hay supuestas ofertas de equipos importantes o porque no juega.
Son muchos años ya y nos conocemos todos. Luis Fabiano tiene tanta calidad como problemas de personalidad. Si no fuera así, con la calidad que tiene estaría jugando en uno de los cuatro o cinco grandes de Europa, de los mastodontes. Pero no, él sigue en el Sevilla FC y seguirá muchos años, pese a su calidad. Y sigue porque nadie está dispuesto a pagar lo que vale como futbolista con esa mentalidad tan débil que tiene.
Ahora, el muchachito está triste. Está triste porque ha perdido la titularidad en el Sevilla FC y en la selección brasileña. Y como un niño chico, en vez de trabajar para ganarse un puesto en el once titular de su equipo, amenaza con irse.
Pero si no te puedes ir, muchacho. Si realmente, con lo bueno que eres, porque eres bueno, eso no lo duda nadie, si viene algún dinero de verdad, te ponemos un lacito.
Pero no va a venir nadie que pague lo que quiere el Sevilla FC por ti. Así que, si quieres volver a jugar en el Sevilla FC y en la selección, empieza a trabajar, coge la forma y déjate de hacer el vago cada vez que sales y de protestar a los árbitros.
Mientras no hagas eso, estarás un nivel por debajo de Kanouté y de Negredo.
Es lo que hay, y lo tomas o lo tomas, porque lo de dejarlo, está en manos del Sevilla, no en tuyas.
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