sábado, 4 de diciembre de 2010

En la Ciudad de la Luz, tan sólo tinieblas

Aunque ya haga dos días, al no haber podido escribir antes sobre el asunto, quiero hacerlo hoy. Es verdad, que ya debería estar pensando en Villarreal, pero aún ahora no consigo hacerlo, supongo que porque lo que realmente me apetece es hablar sobre lo ocurrido en esa ciudad tan maravillosa llamada París.
El Sevilla FC cayó derrotado por 4-2 por los mismos errores que lleva cometiendo desde que comenzó la temporada y que parece que nadie puede arreglar.
Por los mismos fallos defensivos perdimos la eliminatoria de Champions ante el Braga y llevamos perdidos muchos puntos en liga. El cambio de entrenador, parece que mejoró la cosa, pero seguimos cometiendo errores infantiles.
Lo que me fastidia de todo esto es que el Sevilla FC hasta recibir el cuarto gol fue superior al PSG y es injusto que la cosa acabara así.
Pero lo que en realidad me molesta, es que todos aquellos defensores de Jiménez y su fútbol ultra defensivo, estén ahora sacando pecho y recordando que Manolo Jiménez eso no pasaba, culpándonos de lo que está pasando a todos los que no estábamos de acuerdo con Manolo Jiménez.
En todo momento siempre reconocí el buen hacer del alharense. Porque Manolo Jiménez tiene muchos defectos, pero nadie puede discutir que consigue los resultados, que el equipo ganaba muchos partidos, porque conseguía mantener a cero su portería muchas veces.
Pero ¿qué títulos ganó Manolo Jiménez?. Ninguno. Ninguno con una plantilla similar a la que conseguió los 5 títulos en dos años. El equipo con Manolo se volvió vulgar y quién diga lo contrario miente.
El problema de ahora es que la cosa ha empeorado. A ver, con Juande el equipo atacaba, su defensa se basaba en la presión y en mantener el balón, marcábamos muchos goles y ganábamos. Con Manolo Jiménez el equipo defendía y basaba sus éxitos en marcar un golito que nos diera el partido. Con la llegada de él se perdió el fútbol de ataque, la tsunami sevillista, pero se conseguían los objetivos (junto con grandes decepciones). Y ahora, tanto con Álvarez como con Manzano, el equipo ni juega ni defiende, pero sobre todo no juega porque es incapaz de defender, recibe muchos goles y los partidos se ponen demasiado cuesta arriba.
Y esto, es culpa de los entrenadores, es culpa de los jugadores y es culpa de los de arriba, de los que planifican una plantilla que cada año parece (y digo parece no que sea) peor.
Bueno, pues aún así, la clasificación se consigue empatando o ganando en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante el Borussia Dormunt, al que ya ganamos en su estadio. Esperemos que esa noche el Ramón Sánchez-Pizjuán sea el de las grandes noches y los futbolistas también.
Por el contrario, tenemos dos salidas en liga muy difíciles, ante equipos que presionan mucho, que te roban fácilmente la pelota y que tienen dinamita arriba, el Villarreal y el R. Madrid. 
O cambiamos el chip, o la sobra del Camp Nou revoloteará por nuestras cabezas.







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