Porque si no, lo que ahora es mismo es un desastre se puede convertir en una tragedia.
No puedo ni explicar lo que siento. Y si encima, leo los titulares de las crónicas deportivas y veo que Manzano dice que en jugadas puntuales no hemos tenido suerte, pues apaga y vámonos, porque es verdad que no la hemos tenido, hemos fallado un penalti, que dicen que es suerte, y hemos tirado al larguero y ha salido y ellos han tirado al mismo larguero y ha entrado, o no, quién puede saberlo, pero ha valido.
Pero, aunque sea verdad que en momentos puntuales no hemos tenido suerte, el Sevilla FC no puede, ante el penúltimo equipo de la clasificación, ante un equipo que no ganaba desde el mes de septiembre, ante un equipo que parecían una banda en el único partido que les había visto en directo, contra el Almería no puede perder en casa 1-3. Me da igual la mala suerte y me da igual todo. El equipo está roto, está muerto.
Y, o le damos una solución rápida o no es que nos vayamos a quedar sin Champions la temporada que viene, que mucho me temo que así va a ser, sino que la cosa puede ser mucho peor.
¡Qué desastre Dios mío!. Y lo peor de todo es que después de haber cambiado de entrenador ya, qué se puede hacer.
El caso es que el año pasado el Zaragoza fichó en diciembre a muchos jugadores y el equipo consiguió salvarse cuando nadie daba un duro por ellos. Quizás la solución sea ésa, fichar a varios jugadores a ver si somos capaces de levantar el vuelo.
Lo único positivo para mí, el regreso de Acosta con asistencia incluida. Espero mucho de este chico, aunque visto lo visto, soy el único o uno de los pocos, que cree en él.
Viendo lo que nos espera, y lo pero, cómo estamos, miedo me dan los dos próximos partidos.
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