Eso pide nuestro presidente ahora, a la misma vez que asume la responsabilidad. Me hace gracia lo segundo. Hay mucha gente a las que se les llena la boca con esta frase, yo asumo mi responsabilidad si pasa algo, pero realmente es algo simbólico, porque luego nuestros recursos no son suficientes para compensar los daños realizados. Es decir, si el equipo baja, ¿qué hará Del Nido?, ¿dimitir? y si dimite, ¿a mí me sirve de algo? ¿le sirve al Sevilla FC de algo?.
Pero no quiero hablar de eso, sino de lo indicado en el título, del apoyo, del cariño, del aliento.
Yo soy un sevillista que jamás ha pitado a su equipo. Ni siquiera cuando el Levante en Segunda División nos metió 4 goles en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Yo soy sevillista de corazón y no necesito que nadie me diga que es el momento de apoyar, de dar cariño o de dar aliento porque cada partido en nuestro estadio apoyo con todas mis fuerzas, doy todo el cariño que puedo al equipo y todo mi aliento, merezcan o no.
Pero es verdad que hay muchos sevillistas que no lo hacen. Allá ellos. Yo no entiendo ese sevillismo. Tampoco entiendo el borreguismo del "manque pierda" de la acera de enfrente.
Creo que debemos exigir, porque con la exigencia hemos conseguido cosas que nunca pensamos que pudiéramos conseguir y deberíamos seguir peleando por esos objetivos. Y debemos por tanto ser críticos cuando acabe la temporada y si los que están se han equivocado, que pedir responsabilidades.
Pero mientras los futbolistas de nuestro equipo estén en el césped yo creo que hay animar hasta la muerte. Porque sólo animando sin parar se va a alcanzar la victoria.
Y una vez que empecemos a ganar, que volveremos a hacerlo, entonces será el momento de recobrar, si es posible, el objetivo marcado a principio de temporada que aún podemos conseguir.
Pero ahora, animar, animar, animar.
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