Prefiero no recordar la última vez

Hoy volvemos a Mallorca, al Ono Stadi (qué nombre más feo, por Dios). No quiero ni acordarme de la última vez que visitamos ese estadio. Era un sábado de junio y yo andaba ese día por los Picos de Europa. Había estado toda la semana por el norte y estaba bastante desconectado del fútbol pero ese día, desde bien tempranito empecé a ponerme nervioso. Esa noche, el Sevilla FC se jugaba en Mallorca una gran parte de la temporada. Si se daban una serie de resultados, empate del Madrid y del Barcelona y victoria sevillista, llegaríamos a la última jornada con un triple empate. Un triple empate que de continuar tras el último partido de liga, hacía campeón a los madrileños, pero todos intuíamos, que si llegábamos empatados a la última jornada, las posibilidades de ganar la liga eran inmensas. Me fui a hacer senderismo por la alta montaña y la cosa se complicó. Lo que debió ser un paseo agradable, se convirtió en toda una odisea. En dos ocasiones tuvieron que ayudarnos unos montañeros que pasaban por allí. Primero una pareja vasca, luego un gallego solitario, que en realidad, estaba de guardia del 112. Con ambos charlé animadamente de fútbol y me desearon la victoria sevillistas, seguros como yo de que la liga sería nuestra si ganábamos en Mallorca. Después de tanta odisea (llegué en una ocasión a pensar que no lo contaría), llegué al Parador de Fuente Dé una hora antes de que comenzaran los partidos. Pensé que televisaban al Sevilla, pero no, en las dos cadenas que podía ver, televisaban a nuestros rivales y me tenía que conformar con el carrusel, en el que prácticamente el Sevilla no contaba. Hasta última hora tuvimos posibilidades, pero el gol no llegó. De todas formas, nada dijeron de robo que sufrimos. Robo que conocí por mis padres, con lo que hablé en cuanto acabó el partido. Luego, ya en Sevilla, vi el reportaje del partido y aún no me lo puedo creer. Maldito partido en San Moix. Ese día casi pierdo la vida y mi equipo perdió la liga. Hoy la cosa es distinta. No está la liga en juego, pero sí la Champions. Llevamos muchas bajas , muchas. Sólo 14 hombres de la primera plantilla. Pero tener el filial en Segunda División es una garantía. Sé que haremos un gran partido, lo presiento. Además, estoy convencido de que el Atlético no va a ganar en Valladolid, por lo que si somos capaces de ganar, vamos a reducir la diferencia, como mínimo, a 4 puntos y el objetivo estará un poquito más cerca.