sábado, 3 de julio de 2010

Holanda, Uruguay y Alemania

Esos son los tres semifinalistas que acompañarán a España en las semifinales, si somos capaces de eliminar a Paraguay, de lo cual soy optimista, porque si no, cómo podríamos pensar siquiera en ser campeones del mundo.
Holanda fue la primera en entrar y lo hizo dejando en la caneta a la gran favoritas para casi todos, aunque para mí, cuando un equipo hace el fútbol tan rácano que estaba haciendo Brasil, me da hasta coraje que sea favorito. Me alegro por Holanda, aunque tengo que reconocer que tuvo suerte.
Uruguay ha sido el segundo en entrar. Ya lo merecían los celestes, grandes en otra época, en la que ganaron dos campeonatos del mundo. El final del partido no fue apto para cardiacos. Me imagino a los seguidores de ambos países cómo lo tuvieron que pasar. Ghana lo tuvo, en el último momento con dos remates que sacaron bajo palos los jugadores uruguayos y con el penalti cometido en el segundo de los rechaces. Pero al final, en la tanda de penaltis se impusieron los uruguayos. Me alegro mucho por ellos, por Pablo Bengoechea y por mi amigo Sergio.
Y Alemania ha sido la última, pero se perfila como gran favorita para este mundial. Argentina, pese a ir perdiendo, tuvo sus oportunidades al comienzo de la segunda parte, pero Alemania al contraataque es mortal, como ya le demostró a Inglaterra, y acabó goleando a los argentinos.
España, si pasa ante Paraguay, tendrá que poner especial atención en parar los contraataques alemanes.
Marcarles primero es la base. Si ellos tienen que llevar la iniciativa, pierden mucho porque no tienen manijero en el centro del campo. Pero si van ganando, entonces se encierran atrás y es imposible entrarles y además, salen al contraataque de forma bestial con sus cuatro jugadores de ataque, que forman un póker de ases. Muller, Ozil, Podolski y Klose son imparables con espacios.
En un par de horas comienzan nuestros cuartos.
Es el momento de olvidarnos de Alemania y recordar todas aquellas veces en las que caímos en esta misma ronda. Bélgica, Yugoslavia, Italia, Korea...todos ellos están en nuestra memoria. Todos ellos nos eliminaron alguna vez.
Esta vez puede ser distinta. Somos campeones de Europa y parece que estamos recuparando el buen juego.
Pero para ello, lo primero que tenemos que hacer es dejar a Torres en el banquillo. Me da igual que salga Navas (bueno, es lo que prefiero), LLorente o Cesc. Pero jugar con el madrileño en el campo es hacerlo con uno menos. No cometamos el mismo fallo de Brasil, aguantando todo el partido a esa alma en pena que se llama Kaká.
Sólo los mejores nos pueden llevar a semifinales y hacernos campeón. Sólo los mejores, y entre ellos, no está Torres.

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