Lo de ayer en la Ciudad Deportiva es de esas cosas que tardan en olvidarse y de las que pueden marcar un antes y un después en la historia de nuestro Sevilla Atc.
Yo pienso que el Sevilla Atc. es muy querido para la afición sevillista. Desconozco la relación que tienen otros aficionados con sus segundos equipos, pero la afición sevillista siempre ha sido mucho del Sevilla Atc.
Si bien, las temporadas que anduvo el Sevilla Atc. en Segunda Division (la máxima a la que puede aspirar), no tuvo el seguimiento que todos esperábamos. Quizás, en parte, culpa de los medios de comunicación, que no le dieron el trato que debían a un equipo que estaba militando en la misma categoría que hoy en día, todavía, milita el Betis.
El caso es que ayer se jugaba la vuelta de la primera de las dos eliminatorias de play off que tendremos que jugar para ascender a Segunda División, y teníamos que remontar el 2-1 cosechado en Irún, ante un Real Unión plagado de jugadores muy veteranos y experimentados y que sin ir más lejos, hace poco eliminó de la Copa del Rey al R. Madrid.
La Ciudad Deportiva estaba a rebosar, parecía una Sánchez-Pizjuán pequeñito y hacer no se puede fallar.
Y los niños, pese a jugar gran parte del segundo tiempo con un jugador menos por una estupidez de Rodri, consiguieron marcar el 1-0, que nos clasificaba, a falta de diez de minutos, para después al contraatque machacar a los vascos por 3-0.
Espectacular lo que se vivió allí.
Mañana lunes, el sorteo de la eliminatoria decisiva.
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